Blood in the water

Chapter 4

Blood in the water

Mientras esa conversación pasaba Nat se bañaba mientras tarareaba una canción tranquilamente, no habían pasado más de un minuto desde que encendió la regadera y la tranquilidad disminuye conforme sentía algo raro recorriendo su espalda, no era la sensación del agua cayendo, esto se sentía diferente. Ella noto que el agua se estaba tiñendo poco a poco de color rojo intenso, estaba más que confundida y como no sabía que era, con su dedo manchado del líquido, probo lo que hizo que abriera los ojos de par en par, el sabor del líquido era metálico, pero no metálico del metal, sino del sabor metálico de la sangre que todo el mundo a de reconocer. Estaba inmóvil, no movía ni un solo músculo, hasta que escuchó el sonido de la tubería temblar, para luego reventar y sacar aún más líquido rojo, de la tubería salía sangre a mares, lo que provocó que Nat gritara con todo el pulmón.

La puerta se abrió de golpe dejando ver sólo a los chicos ya que Katy al escuchar el grito le dio un fuerte susto y no quiso entrar, Dante cerró la llave y Nathe le dio una toalla para cubrirse, Nat estaba temblando mientras se le salían unas lágrimas, no podía ni articular una palabra o sonido.

-¿Qué es eso?- pregunta Dante en un susurro audible.

-S.... sa.... sangre- dijo Nat en susurro y con la voz quebrada.

-¿Cómo que sangre?- responde Cameron aterrado y sin creerlo.

-Tiene razón, tiene una consistencia un tanto grasosa y suelta un olor desagradable- reporta Ryan

-Sangre en el agua, que mala broma-

-Dante esto no es una broma, solo mira cómo está temblando Nat- reclamo Nathe.

-Hay que limpiar esto, no decirle a nadie, porque si alguien se entera, todo el mundo se podría alterar y si los que se llegaran a enterar son nuestros padres, nos encerraran toda la vida cuál princesas- dice Ryan rápidamente.

-Nat ve con Katy y dele que te ayude a limpiarte si- le dice Nathe en un susurro dulce a lo que ella asiente y sale del baño aun temblando ya sea por el susto y el frío.

-Yo solo vine a relajarme, no a limpiar y mucho menos limpiar sangre, pero ¿Quién iba a decirlo no?, manos a la obra- decreta Dante. Los cuatro se pusieron a limpiar, nadie decía ni pío, y por más raro que sea Dante estaba callado. A Ryan le daba un poco de asco, Cameron se estaba empeñando en quitar las difíciles manchas de sangre y Nathe, sólo tenía preguntas sin respuesta; ¿Cómo pudo haber sangre en la tubería?, era un suceso que él apostaría que en un millón nadie se imaginaría que algo como esto pasaría, no sería algo que llamaría normal, digo no es que yo valla a mi regadera y salga sangre y envés de decir "¡HAY SANGRE EN MI BAÑO!" diga "Oh la sangre está a una buena temperatura" si, no es parte de mi rutina. 

Después de limpiar los chicos fueron a ver como se encontraba Nat, cuando fueron a la habitación ella ya estaba seca y limpia.

-¿Cómo te sientes?- le pregunta Nathe.

-Me siento rara, sucia, eso podría haber sido sangre de cualquier animal o peor si es que era de una persona, y en saber que tal vez esa es una posibilidad me siento horrible-

-Mira hermanita, nosotros estamos aquí contigo y para rematar lo vamos a estar siempre, aparte de bellos y hermosos somos fuertes y no dejaremos que nada te pase nunca, incluyendo a los demás- Dante la agarró de los hombros para luego pegarla a su pecho y abrazarla fuertemente.

-Todo está bien ¿sí? solo fue un mal momento- decía Katy mientras le acariciaba la espalda.

-Gracias a todos por estar en mi vida- agradece Nat mientras los demás se acercan para hacer un abrazo grupal -Oigan, tengo hambre-

-Hermana de Dante tenías que ser- se burla Cameron que provocó que los demás se rieran haciendo que el momento sea más llevadero.

A pesar de que ya pasó la hora de comer y los demás campistas están en actividades, los protagonistas se las ingeniaron para entrar a la cocina logrando que nadie se diera cuenta (Ojalá yo pudiera hacer eso con la cafetería de mi colegio), se atragantaron y asaltaron el refrigerador, comieron como reyes. Después se reunieron en la fogata con los demás campistas; se sentaron en círculo en asientos de tronco mientras se repartían malvaviscos y chocolate caliente, ya que el clima era frío y sombrío.