Chapter 13

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Freaks 

Cualquiera pensaría que un ruido en el closet es señal de un monstruo, que abre la puerta mínimamente provocando un escalofriante ruido, solo se queda viendo fijamente mientras duermes "pacíficamente" aunque tu subconsciente sabe que te están observando dándote la incomodidad de dormir, te observa cada noche al acomodarte en la cama y cada mañana salir de ella, solo espera el momento de atacar, cuando estés ingenuo y solo, pues, a Nathe se le pasaba la idea en la cabeza mientras giraba la perilla de su closet que lo empieza a abrirlo poco a poco.

Cuando lo tenía completamente abierto, su cara refleja horror y lo que le sigue, y el horror era peor que un monstruo, Nathe prefería un monstruo que encontrarse con lo que un monstruo puso en su closet, el despiadado monstruo puso tres cadáveres dentro de su closet provocando un estado de shock en Nathe. Uno de los cuerpos cayó encima del desafortunado provocando que el vivo y el muerto cayeran al suelo, Nathe comenzó a gritar arrastrándose para atrás con los pies intentando quitarse de encima el cuerpo. Grito un sin fin de veces "AYUDA" hasta que la puerta se abrió de golpe dejando ver a sus padres, que al igual que Nathe al echar el primer vistazo al closet, están horrorizados, su madrastra no pudo evitar gritar así que su papá sacó del cuarto, Nathe aún estaba en el suelo alejado lo más posible del cuerpo, lloraba de la impotencia, era un tren de emociones que pasaba la estación del tren en un segundo. Su papá marcó a la policía y cuando terminó la llamada, sacó a su hijo de ahí, Nathe fue con su madrastra y ella lo abrazó.

Cuando los policías llegó, automáticamente entraron a la casa para checar la desastrosa escena otros se fueron a interrogar a los testigos en este caso la familia de Nathe y Nathe mismo, a él le costó al inicio pronunciar aunque sea una palabra y cuando logro hacerlo, se le quebró la voz inmediatamente y se le salió uno que otro sollozo, la policía sacó los cuerpos en unas bolsas azules con cierres azules con dirección a la morgue, otros inspeccionaban el cuarto para encontrar indicios del causante; no encontraron nada, y al no encontrar nada, agarraron sus cosas y se marcharon. Los vecinos estaban afuera de sus casas actuando de chismosos (Y cuando no) observando la tragedia, igual el resto de los protagonistas salieron directo a la casa del afectado al escuchar la noticia (Los chismes sí que vuelan). 

Al ver a Nathe con los ojos llorosos y la nariz roja, supieron que esto no solo se describe con la palabra horrible, de hecho, la palabra horrible no funcionaría para la circunstancia, sino que creo que lo más apto sería describirse como perturbador. Nat sin pensarlo dos veces se abalanzó a su novio para abrazarlo, Nathe esconde su cara en el cuello de la chica mientras él derrama lágrimas y sollozos, ella le acariciaba la espalda del chico provocando que él se calmara y se sintiera más tranquilo sabiendo que ella y sus amigos estaban ahí, aparte de que agradecido por saber que ellos estaban bien y no recibieron esta vez la serie de eventos desafortunados.

- ¿Puedo quedarme en tu casa? no quiero dormir en mi cuarto después de esto- ruega Nathe a Nat.

-Eso no se pregunta, solo hay que decirles a tus padres- al separarse fueron en dirección hacia los padres de Nate.

-Disculpen señores Collen, ¿Nathe podría quedarse en mi casa? -

-Tu sabes que, si linda, aparte le ara bien tenerte ahora- contesta Clarisa la madrastra.

Nat al recibir la aprobación de sus suegros, ella le avisó a él que iría a su habitación por un nuevo pijama ya que ella no quería que su amado volviese a ese lugar por ahora; Nat se adentró a la casa para dirigirse al cuarto de Nathe e ir por el pijama, la sacó del cajón y estaba a punto de irse, pero le entro la curiosidad, se acercó al closet de donde salieran los cadáveres. Al adentrarse, en el fondo más oscuro del closet, encontró un indicio, una pista, algo que los ciegos policías no encontraron, ella se agacho y encontró una botella con un ya tanto conocido líquido rojo y ella no tenía que darle vueltas al asunto para saber que era, Nat desvió su mirada de la botella para dirigirse al origen del objeto y encontrarse con un papel amarillo bien doblado el cual tomo en sus manos y desdoblarla y al ver su contenido, se quedó demasiado confundida, su mensaje era poco y no era fácil que digamos de comprender, si esto era un mensaje que se supone que debía comprender, al parecer el sospechoso no lo pensó muy bien.

"Sangre en el agua, ¿Te es familiar?"

Es lo que tenía escrito la nota, claro que Nat ha visto agua a lo largo de su vida, y claro que sangre también y no solo por los sucesos recientes, sino por una raspada en la rodilla en la infancia o una cortadita en su dedo por el filo de una hoja de un libro, pero sangre y agua juntos es una combinación que no estaría memorizando con esmero si la ve un día.

Tiró el contenido de la botella en el inodoro bajando la palanca y rompió la nota en mil pedacitos y lo tiró a la basura.

Ella comenzó a bajar las escaleras para luego salir al patio frontal, encontrándose con sus amigos y novio hablando, ella se acercó, Nathe y ella se despidieron de todos con un abrazo de apoyo hacia Nathe para luego encaminarse a la casa de la chica. Al llegar los padres de Nat recibieron con gusto a Nathe, la mamá de Nat le ofreció algo de comer o beber pero Nathe pero él agradeció y se negó, tenía el estómago un poco delicado y pidió permiso para ir al cuarto de Nat para cambiarse de ropa a lo que asintieron con la cabeza, él al subir y adentrarse en el baño del cuarto se esmeró en quitarse la anterior pijama rápidamente y cambiarse a la nueva, al salir Nat ya lo esperaba cambiada y sentada en la orilla de su cama con la lámpara de la mesita de noche alumbrando la habitación, ambos descendieron la cama para adentrarse en las sabanas y acostarse para luego abrazarse, Nat estaba con su cabeza recostada en el pecho de Nathe y él la sostenía por la cintura.

Todo era un silencio en el cuarto, pero si los pensamientos hablaran, todo sería como el ruido de una escandalosa fiesta, porque no dejaban de pensar en lo que cada uno vio en el mismo cuarto en un tiempo diferente.

-Nunca me dejes por favor- dijo Nathe rompiendo el silencio en un susurro audible, a lo que Nat lo abrazo más fuerte.

-No lo are-

Así una semana paso, Nathe aún no quería volver a su casa y menos entrar a su cuarto y aun así fuera del cuarto físicamente, mentalmente repetía el suceso una y otra vez como disco rayado, al recordado pareciera que podía sentir el peso del cuerpo que se le cayó encima la sensación de otra piel y que esa piel no tenía alma.

Las desapariciones regresaron y más fuertes que nunca hasta que los protagonistas una mañana se reunieron en la casa de Katy para desayunar.

-Solo no desearía vivir más en este pueblo, solo mueren el desastre que es, la población disminuye y acabaremos siendo los únicos aquí, si es que no nos matan-

-Ryan, no menciones eso, lo último que está en mi lista es pensar en morir- reclamo Nat.

-Oigan cambiando de tema para olvidar esto, ayer estaba buscando madera para un proyecto que tengo y encontré una mansión abandonada y está increíble- menciona Katy.

-Entonces hay que ir y echarle un vistazo, podría ser algo así como nuestra baticueva- propone Dante.

-Entonces terminamos el desayuno y adelante caminante- agrega Cameron.   

Blood in the waterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora