Monocromático.

Capitulo 9: Vibra morada.

Llegamos a la casa de Dylan y Maria, a pesar de lo que sucedió todos siguen con buen ambiente y eso me agrada, Joshua se limpió la pequeña herida en el pómulo que le dejó la pelea con el tal Tim.

Todos continuamos bebiendo y celebrando que ya me gradué, un rato después Maria se levanta.

—Cariño, sabes que te adoro pero justo ahora estoy cayendo.

—Entiendo preciosa, anda a dormir y hablamos mañana ¿ vale?

Ella asiente y sube.

Con el pasar de los minutos, primero se van Matías y Olivia, luego Justin y para cerrar con broche de oro Joshua se llevó a Esteban a rastras porque está muy ebrio, no aguanta nada.

—¿Vamos?— pregunta Dylan a mi lado y yo asiento bostezando, son las tres de la mañana.

Nos levantamos y subimos juntos las escaleras, cuando ya estamos en el pasillo de arriba comienza mi debate mental.

¿Me voy a dormir con el o con Maria? No quiero que piense que soy un pegoste solo porque nos besamos y nos metimos mano, quiero tratar de verme madura.

Ahora la cuestión es ¿que haría una persona madura en mi situación? ¿Le pregunto? ¿Solo lo ignoro y voy directo a su habitación o la de María?

Como en un trance camino hacia la habitación de Maria, bueno, solo di como tres pasos.

—¿Que pasa? ¿Hoy me usaste y no quieres dormir conmigo?— habla y yo me volteo.

—No sabía si en serio querías dormir conmigo, el otro día dijiste que no te gusta dormir con gente.

—Tienes razón, pero no es un trauma o algo así, además, ese día también te dije que quería dormir contigo.

—¿Por qué?

—Porque si— responde abriendo la puerta de su habitación, yo entro y me quito los tacones.

El camina hacia una puerta y yo como buena chismosa que soy, voy tras el, es un armario muy espacioso y lleno, me encanta.

El busca una playera blanca y me la entrega.

—Puedes cambiarte aquí— agarra un pantalón de chándal gris y vuelve a hablar— yo iré al baño y luego puedes pasar tu para quitarte el maquillaje.

—Gracias— sonrío, el se acerca para darme un beso en la mejilla y estrecharme en sus brazos.

Huele divino y si pudiera quedarme en sus brazos por horas, lo haría sin dudarlo, el va a hacer lo que dijo y yo procedo a cambiarme, no puedo creer que voy a dormir con Dylan ¿Quizás intente algo más?

O quizás no, aunque me siento un poco mal porque el me hizo tener un orgasmo y también me hizo un oral, pero se quedó con las ganas de seguir.

Salgo del armario con la playera blanca que me llega a mitad de los muslos, mis pezones duros se marcan y no puedo negar que me siento sexy, voy hacia lo que parece ser el baño.

No me equivoco, el lugar es de mármol blanco y cerámica negra, juro que es más grande que mi habitación, Dylan se está cepillando los dientes, pero aun así me sonríe, ya tiene puesto el pantalón de chándal que agarro hace unos minutos y no lleva camisa.

—Hasta cepillando tus dientes te ves guapo— digo y el me sorprende agarrandome por la cintura para sentarme en el mesón del lavamanos, chillo — ayyy está frío.

—Tu también te ves guapa cuando te sorprendes— responde el luego de escupir y sigue cepillándose.

Me pasa unas toallitas húmedas y yo comienzo a quitarme el maquillaje.