Capítulo 6: Atracción fascinante.

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Dylan.

Observo el mensaje de Elsa y sonrío, entonces hoy seremos niñeros.

Me levanto de la cama y me doy una ducha rápida, siento el agua caliente correr por mi cuerpo, no me gusta bañarme con agua fría a menos que esté haciendo mucho calor y este en un lago o una playa.

"Pero aun así te metiste a un lago casi congelado a salvar a una desconocida" me reprocha mi subconsciente, vaya que fue horrible meterme a esa agua oscura y fría, pero valió la pena, lástima que no le pude pedir el número para saber cómo está o si no habrá intentado hacer eso de nuevo.

Salgo del baño y voy hacia el closet, encima de una repisa que no es muy alta hay un conjunto de lencería ¿otra vez Liliana entro a mi habitación?

Agarro mi teléfono y le mando un audio.

—T e he dicho que no entres a mi habitación, olvídate de esa lencería porque la voy botar.

No me gusta hablarle mal a nadie, pero últimamente me esta sacando de mis cacillas con sus actitudes y comentarios.

Me pongo un bóxer negro de Calvin Klein, un short gris, camisa negra y unos zapatos grises con blanco.

¿Que debería llevarle de comer a Elsa? No le he preguntado por sus gustos de comida, se que le gustan las fajitas y no mucho más.

Salgo de la casa y voy hacia mi moto, cuando ya estoy sentado me pongo el casco, creo que le compraré Panda Express, es comida que le gusta a todo el mundo ¿no?

Todavía es muy temprano, compraré unas cosas, luego la comida y voy a casa de Elsa.

Quiero verla, extraño ver sus sonrisas nerviosas y esos grandes ojos que quiero que solo me vean a mi, no quiero verme exigente o desesperado.

Tampoco quiero verme como un pervertido, aunque... Creo que no le desagrado del todo, puesto que me pidió el favor el otro día de ayudarla con su bikini ¿habrá sido con segundas intensiones y yo no me di cuenta?

Voy hacia la plaza de tiendas donde se qué hay un Panda Express, Elsa hace un momento me comentó que el bebé que vamos a cuidar es varón.

Camino hacia una tienda de artículos para bebés, cuando ya estoy dentro camino por la zona de juguetes y en la cesta, comienzo a meter toda cosa que puede distraer al niño mientras yo hablo con Elsa.

Un muy buen plan.

Recibo una llamada de Liliana, pero la dejo pasar, así como los 300 mensajes que siguen en la espera de ser leídos, tratar de alejarme de ella es muy difícil por su intensidad, incluso noto que me atrae Elsa y me preguntó.

Pero solo respondí con un "no eres mi novia como para que te importe ¿no crees?" Y es que no quiero que comience a molestar a Elsa o que se ponga mas intensa.

Luego de pagar los juguetes y comprar la comida, me monto en la moto para ir a la casa de Elsa, puede parecer raro pero guarde su dirección el día que nos conocimos, solo por si acaso.

Quizás podría necesitar ayuda en algún momento, mi subconsciente me regaña con la mirada y un "si, claro"

Unos minutos más tarde, llego y observo la casa, en el estacionamiento no hay autos, el día que vine habían una camioneta Toyota negra y un Mercedes gris.

Me bajo de la moto y camino hacia allá, toco el timbre para esperar.

—Un momento — grita esa dulce voz de la "libre soy" y luego de un minuto abre la puerta sonriendo— Hola Dylan ¿cómo estás?

"Mejor ahora que te estoy viendo" quiero responder, pero me guardo ese comentario para mi.

—Hola señorita niñera, estoy bien ¿usted qué tal?

Monocromático.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora