♡𝙰𝚘𝚒 𝙺𝚊𝚗𝚣𝚊𝚔𝚒♡

292 8 1
                                    

Ya había pasado dos días desde que cierto burdeo con una cicatriz en la frente se esfumo. Nadie sabía cuando volvería. Haganezuka es algo... rudo... por así decirlo. Este hombre, el herrero de Tanjiro, se negaba a prepararle una nueva nichirin, por lo cual, el de pendientes hanafuda se marchó para pedirle en persona la nichirin.

Esta vez, no iria con sus dos amigos, ya que, ambos estaban en una misión, claro por separado.

Y si... cuando ambos chicos regresaron de sus misiones, no paso ni 5 minutos para que empezaran con otra pelea sin sentido alguno. Ahora que ya no estaba la "mamá" que siempre los separaba, era una total escandalo.

Ahora, la "nueva" y supuesta Tanjiro sería una hermosa chica azabache de dos colas. Como ella casi siempre andaba de mal humor, no dudaba en reprenderlos como si fueran niños pequeños.

El chico rubio de ojos avellanas y piel pálida, era muy mujeriego, pero tranquilo y algo tímido. No había tanto problema para que de un solo grito se espantara y se calmara.

La verdadera tormenta de todas estas discuciones era un chico, con cara afeminada completamente fina, enormes músculos, cabello azabache que terminaba en puntas azules, ojos esmeralda, y claro, lo más extravagante era su máscara de jabalí que casi siempre traía puesto.

Con Insouke si había problemas cuando trataba de reprenderlo, ya que siempre terminaba en una fuerte discusión.

En un solo día, Zenitsu ya los escucho discutir e insultarse como 4 veces. No quería pensar como se desarrollaria la relación agresiva que llevaban estos dos en los siguientes días.

Por otra parte, a Inosuke se le hizo más divertido insultar y llamarla con su nombre incorrecto, más divertido que molestar al rubio.

Mientras que Aoi ya estaba hasta su límite con Inosuke, tanto, que cada que le gritaba ya le temblaba en labio de la furia.

Y si, ya había pasado 4 días, y sus discusiones aumentaban de nivel.

-¡cuántas veces te tengo que repetir que ya no robes más comida!- reclamó -¡puedes pedirme permiso, sin robar ni nada, jabalí apestoso!

-¿¡AH!? ¡A QUIEN LE LLAMAS APESTOSO, NIÑA FEA, GORDA!

-¡CÓMO QUE NIÑA FEA Y GORDA...

Zenitsu escuchaba desde lejos con claridad. Esto se debía a que tenía el oído bien desarrollado, hasta podía escuchar la mente de las personas, oh bueno, si se concentra demasiado.

Al principio no le escontro problema, los veía, y nada más penso que era Inosuke siendo Inosuke y Aoi siendo Aoi. Sin embargo, al pasar los 4 días ya se le hizo molesto. Inosuke ya no lo molestaba, y lo aliviaba, pero su nueva presa era la señorita Aoi. Con cada discusión, su cabeza le dolía más y más, hasta el punto de tener ganas de vomitar a cada rato por el mareo.

Quien sufría más era Zenitsu. Con las personas hablando, el ruido del exterior... quería arrancarse los oídos.

-ngh...- se quejó el de ojos avellana, poniendo ambas manos en el oído

-"cada vez gritan más y más, creo que sus discusiones son más fuertes que las mías con Inosuke. Tanjirou~ ¿cuándo vas a llegar?"

Aunque estuviera en el exterior, no encontraba tranquilidad en lo absoluto.

Entro a la finca con sus manos en los oídos para dirigirse a la habitación, la cual era la habitación donde paso su primera noche en su primer día de entrar y conocer la finca mariposa.

Se recosto en una cama y se cubrio la cabeza con una almohada, así, menos se escuchaba el ruido.

Estuvo así por un buen rato hasta que dejo de escucharlos vocear.

ᴇɴᴛʀᴇ ᴇʟ ᴘᴀsᴀᴅᴏ ʏ ᴇʟ ғᴜᴛᴜʀᴏ [ᴛᴀᴋᴇᴍɪᴄʜɪ ᴇs ᴢᴇɴɪᴛsᴜ] [ᴢᴇɴɪᴛsᴜ ᴇs ᴛᴀᴋᴇᴍɪᴄʜɪ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora