Nuevos Comienzos

104 8 0
                                    

Hayley

¿Quién es Jeremy Wilson? ¿Quién es él realmente? Quería hacerlo. Quería besarlo. Es más, lo necesitaba. Necesitaba sentir sus labios. Porque él me hace tener esperanza, me inspira, me hace sentir que valgo la pena. No sé si son sus perfectos y bien dispersados lunares, o sus pómulos marcados, o sus ojos color miel brillante, o su pelo, su físico... Él. Eso es lo que quería. A él.

Pero, por suerte, llegó Allison en su auto justo en el instante en que iba a besarlo y me hizo salir de mis ridículos pensamientos. ¿Jeremy Wilson? ¡Soy Hayley Mikaelson, la chica popular, millonaria, novia del chico más lindo del instituto Road Hills! Y siempre seré la misma. Nunca cambiaré.

No valgo la pena.

Jeremy

¿Qué puedo decir acerca de Hayley Mikaelson? Bueno... es la chica más hermosa que haya pisado el planeta tierra. Su pelo, su sonrisa, sus ojos, labios, cuerpo... Ella. Es perfecta aún teniendo todas aquellas imperfecciones que la hacen aún más perfecta. Que la hacen especial. Ella sí vale la pena, sé que puede cambiar, lo siento. Y también siento que yo debo ayudarla. Y lo haré.

Cambiaré a Hayley Mikaelson.

Allison

- ¿Aaron?- pregunté cuando escuché unos pasos que se acercaban al cuarto del mismísimo Aaron Standed. - ¿Qué tienes?

- ¡Traje galletas de chocolate!- exclamó divertido mientras se sentaba en la cama matrimonial ubicada al centro del moderno y hermoso dormitorio.

Cuando tomé una galleta, él me la arrebató y se la comió entera de un bocado.

- ¡Eres un idiota, Standed! ¡¡Dame una, obeso!!- grité mientras reía hasta quedarme sin aire.

- ¡Veamos quién gana la batalla, reina! si tú ganas, te doy galletas, si no, ¡me observas mientras me las como todas!

- Espera, ¿batalla? ¡¿De qu...?!- no pude terminar la frase porque se tiró encima mío y empezó a hacerme cosquillas como si no hubiera un mañana. Yo le seguí el juego entre risas y gritos divertidos.

_ ¡Prepárate para observarme tú comer galletas, tonto!- exclamé riendo a carcajadas.

Seguimos jugando y riendo a más no poder, hasta que ambos nos rendimos y declaramos un justo empate. Comimos todas las galletas mientras mirábamos Gossip Girl tirados en su cama.

- Qué bueno que está Nate...- suspiré a propósito.

- ¡Hey! Yo soy más lindo, mírame.- dijo mientras posaba haciendo caras raras y tiernas a la vez.

Yo no paraba de reír y él tampoco.

Fue una tarde genial... Y un poco extraña también.

¿Me gusta Aaron? No, no puede ser...

When The World Turned RoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora