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Changbin resoplo pasando su mano por su cabeza acariciando sus cabellos azules, cerrando los ojos por unos segundos suplicandole a todos los dioses, al que fuera, al que se molestará en ayudarle, que le diera paciencia para tratar con ese niño en etapa adulta, porque si le daba fuerza estaba seguro de que lo mataría.

— Han Jisung — Hablo por fin ya más calmado y dio una sonrisa torcida que al aludido le causó escalofríos. — ¿Porque carajos estás en pijama?. — Cuestiono entre dientes, decir que estaba enojado sería bastante poco. ¿Colérico? Nah, le quedaba corto.

Jisung sonrió inocente.

— ¿Me preparo para dormir? — Medio cuestionó, medio respondió dudoso de su respuesta, no quería hacer enojar aún más al león frente a él, listo para atacar y no dejarlo con vida.

— ¡¿Te preparas para dormir?!. — El mayor estalló dándole continuos golpes en la cabeza haciéndolo retroceder y entrar completamente a la casa cerrando detrás de si la puerta, no quería a vecinos chismosos entrometiendose.

— ¡Auch! ¡Changbin hyung! ¡Para!

Changbin obedeció dejando que Jisung tomara asiento en uno de los sofas mientras se tallaba la cabeza adolorida y soltaba maldiciones al aire.

— No lo puedo creer Han Jisung, ¿Es que acaso se te olvido que hoy llegaba Minho y teníamos una cena en casa para darle la bienvenida?. — le reprochó.

No, no se le había olvidado pero tras dar la hora en que el menor estaría llegando a Corea decidió darse un baño y esperar a lo que dios mandará, y finalmente como el total cobarde que es se terminó vistiendo con su pijama de gatitos y se acostó a dormir, lo cual por evidentes razones no logro.

Todos los animales con rey león y todo, en su estómago decidieron hacer una fiesta justo ese día, incluso había tenido grandes ganas de vomitar y solo se la había pasado durante horas rodando de un lado a otro en su cama viendo cada segundo que pasaba en el reloj.

— Perdón. — Se disculpo con voz algo extrangulada intentando no tartamudear. — Lo olvidé. — Mintio.
Oh, oh, mala idea.

— ¿Me crees estúpido mocoso? Soy todo un detector de mentiras es más cualquiera se daría cuenta de que estás mintiendo. — afirmo causando que Han comenzara a sudar frío. — Aparte se te ponen las orejas rojas cuando mientes. — agrego, y el pelirubio se llevó las manos inmediatamente hacia la zona dejándose en total evidencia.

Avergonzado y temblando, carraspeeo.

— ¿Po-por qué estás a esta hora aquí hyung?. — Le pregunto mientras jugaba con sus manos en su regazo.

Changbin se sentó frente a él poniéndolo más nervioso.

— Lo diré rápido sabes que odio darle vueltas a las cosas, solo no te vallas a desmayar ¿Ok?. — Advirtió achinando sus pequeños ojos viéndose incluso aún más amenazante que cuando lo vio en la entrada de su departamento una vez le abrió la puerta.

Jisung confundido levanto su cabeza para mirarlo a los ojos, el peliazul lo miraba con cara de pocos amigos pero aún así podía notar muy en el fondo una pizca de cariño, seguro se le estaban pasando sus horas de sueño, dejando de lado su suposición asintió.

— Minho está abajo, dormirá aquí contigo.

Pff, ¿Desmayarse? Jisung murió ese día, no literal pero sí murió.

Estigmatofilia²  - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora