Por ¿Quinta? O quizá sexta vez Jisung pasó sus manos sobre sus muslos intentando hacer desparecer el sudor en estás y al mismo tiempo se otorgaba así mismo un par de pellizcones tratando de hacer reaccionar los músculos de sus piernas, las cuales desde que Changbin había salido de su departamento para ir en busca del chico que había dejado solo en el estacionamiento no dejaban de temblar, y un Jisung asustado y nervioso juntos no era para nada una buena idea.
Podía sentir su corazón golpear contra su pecho de manera frenética y a Rusia y Ucrania entera iniciar la tercera guerra mundial en su estómago, incluyendo a los Avengers y a toda clase de súper héroes que existieran intentando evitarla o si no que solo empeorarla.
Su garganta estaba seca y sentía que le era imposible respirar, mierda a este punto estaba seguro de que comenzaría a inperventilar o que le daría un ataque de esos que su sobrino Beomgyu solía tener.
Que Dios lo perdone por todas esas veces que había dicho que solo se encontraba exagerando y que no era para tanto.
A partir de ahora prometía ser un niño bueno y portarse bien, se disculpara con el chico y sería una mejor persona.
El sonido de la puerta siendo abierta por segunda vez en esa noche lo hizo girar por sobre sus talones y a pasos temblorosos avanzo por el pequeño pasillo que conectaba las habitaciones con el baño y la sala de estar.
El piso frío le causaba pequeños escalofríos y le erizaba la piel como la gallina que era en cada paso que daba.
Una vez llegó a su destino las voces que había escuchado desde el pasillo donde había estado terminando de mentalizarse y darse apoyo así mismo por lo que estaba ocurriendo, se detuvieron.
Ganando sobre su anatomía dos pares de ojos que lo analizaban de manera poco discreta, desde la comodidad de uno de sus sillones, una divertida y la otra algo intensa que lo dejó los pelos de punta deslocandolo por completo y no tuvo el valor de intentar descifrar e inmediatamente la desvío para terminar de acercarse a pasos cortos a dónde el dueño de este estaba e estirar su mano para acariciar su cabello, de forma cariñosa, dándole una especie de bienvenida.
Justo como haría con un perrito, si es que tuviera uno, claro está.
Su mano temblorosa aún paseándose sobre las largas hebras azabaches fue tomada por una mano blanca y repleta de tatuajes, obligándolo a sus ojos viajar hasta los hermosos orbes oscuros que lo miraban curiosos desde abajo, el dueño de estos teniendo una de sus perfectas cejas arqueadas donde justo donde su sexi piercing plateado se posaba orgulloso.
Recibió una risilla junto a un apretón en el dorso de su mano, Jisung no pudo evitar cerrar los ojos cuando una sensual y aún más gruesa voz de lo que recuerda se dirigió a él.
— También es un gusto volver a verte Jisung, hyung.
Joder, antes no tenía idea de lo sensual que podía llegar a escucharse su nombre hasta que lo escucho salir nuevamente de esos pecaminosos y sensuales labios de Lee Minho, su ex novio ya no tan pequeño y tierno como lo recordaba, pero si pervertido, estaba segúro de que eso seguía siendo parte de su sistema y era lo único de él que no había cambiado.
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Estigmatofilia² - Minsung
RomanceJisung ama a las personas con tatuajes y piercings, si tuviera que elegir como debería ser su futura pareja está debería tener ambas cosas. ¿Qué debería hacer si su sexi ex novio está lleno de estos? - ¿Cómo es que terminamos así? - Callate, he caíd...