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Con el paso de los días Jisung debía haber comenzado a acostumbrarse a la presencia de Minho por cualquier lugar de su casa, pero no fue así.

Mientras los días pasaban cada vez era más difícil sobrellevar su estadía, pero no podia catalogarlo como incomodidad si no que más bien como miedo de sí mismo, miedo de su autocontrol.

Apesar de que todas las señales de qué sus sentimientos por el tatuado estaban más que intactos y en aumento eran más que claras parecía que no tenía planes de aceptarlo.

Su vida con Minho en ella fue buena muy buena, pero en él momento en que el azabache tuvo que irse Jisung había sufrido demasiado y tenía miedo de que algo como eso sucediera nuevamente, miedo de ser abandonado, miedo a abrir su corazón nuevamente hacia la única persona que había podido entrar en él pero que también a la única persona que le había roto el corazón.

Por eso no tenía planes de aceptar algo tan evidente como que seguía enamorado de Minho y tenía planes de fingir que lo había superado o al menos intentarlo.

Por eso su tonto comportamiento los primeros días en que el azabache volvió a ser parte de su vida debía ser cambiado totalmente, había actuado así por el shock y sorpresa del momento tantos meses mentalizandose para la vuelta del menor no habían sido suficientes así que esa era su para nada válida pero al fin y al cabo perfecta excusa.

— Oye Jisung.

Pegando un saltito en su lugar con el corazón en la mano el mencionado se giro hacia el dueño de esa voz.

— Por dios Baek casi me causas un infarto coño. — Le reclamo con el ceño fruncido.

El peligris soltó una carcajada.

— Joder pero si desde que entré por la puerta de tu oficina te he estado llamando pero he sido cruelmente ignorado todo esté tiempo. — Se defendió tomando asiento en uno de los sillones.

Jisung que estaba parado de espalda a la puerta admirando uno de los cuadros en su consultorio mientras estaba sumido en sus pensamientos antes de ser asustado por Baekhyun se sentó frente a él cruzadose de piernas.

— Debiste tocar.

El mayor río divertido.

— Casi tiro la puerta al piso y tú ni en cuenta tío.

Negandose a admitir que él culpable tras su posible muerte era él decidió cambiar de tema.

— ¿Que te trae por aquí? — Cuestiono jugando distraidamente con sus manos.

— Vine por Lucy, Jisoo me ha dicho que debía hablarlo contigo directamente ya que parece ser es algo con lo que ella no puede manejar.

Jisung frunció los labios, cierto un Baekhyun alterado no era algo con lo que cualquiera pudiera manejar.

Carraspeo alisando las arrugas inexistentes en su pantalón para mirar a los ojos del opuesto.

— Bueno ciertamente ella no lo puede manejar y creo que incluso yo tampoco pero toca arriesgarme.

— ¿Que tiene Lucy?. — Su expresión cambio radicalmente a una preocupada mientras una sus manos entre sus piernas.

— Hepatitis vírica tipo B.

Baekhyun abrió los ojos con sorpresa comenzando a negar, de manera inmediata sus mejillas empezaron a ser recorridas por pequeñas lágrimas.

— Jisung no eso no puede ser. — Objeto mientras negaba.

El rubio se asustó, no esperaba esa reacción así que inmediatamente se levantó de su lugar rodeando la pequeña mesa de cristal que los separaba para quedar de rodillas frente al de hebras grisaceas.

— Baek cálmate no es tan grave, podemos resolverlo. — Intento calmarlo mientras lo rodeaba con sus brazos.

— ¿No es tan grave?. — Repitió con duda mientras sorbia por la nariz.

— Aun estamos a tiempo... — Dijo mientras acariciaba su espalda.

— Pero Jisung explícame bien que me pierdo. — Lo separó de él. — Yo ni siquiera se que es eso de Hepatis varicia.

Jisung frunció el ceño ¿Entonces porque carajo se había lazando a llorar cuál magdalena?
Soltando un suspiro el rubio se irguio dándole una mala mirada.

— Lucy tiene tan mala suerte que le tocó tenerte como dueño. — Gruño. No debió confiar en las lágrimas de cocodrilo del mayor siempre lo había pero él era tan débil y con un gran corazón que siempre terminaba creyéndole.

Baekhyun se levantó negando colocando un dedo frente su rostro para callarlo.

— Yo no soy el dueño de Lucy Sung, soy su padre. — Le regaño y el menor solo pudo apretar su labios en una fina línea.

— Claro, eso es incluso peor. — Baekhyun iba a replicar pero Han hablo antes mientras rebuscaba algo en su escritorio. — Anda siéntate que te voy a poner al tanto de los cuidados que la pequeña Lucy debe tener.

Baekhyun rodó los ojos mientras obedecía.

— ¿Pequeña? Mi nena es una husky de 3 años con dieciocho kilos de belleza no es pequeña en absoluto.

Riendo el menor no tuvo ánimos para discutir.

A sus recién cumplidos 24 años Jisung era un veterinario exitoso, contaba con su consultorio propio y con clientes fieles y constantes, no tenía nada de que quejarse hacia lo que amaba junto a personas que lo amaban.

Baekhyun era uno de sus clientes más cercanos hasta el punto en que podría catálogarlo como un amigo sin problemas solo que en ocasiones era incluso más intenso que él cuidando de Bbama.

Lucy sin duda tenía suerte de tener a un padre-dueño tan dedicado no muchas personas toman en cuenta a sus mascotas como para darles el cuidado que necesitan y merecen.

Su corazón se partía en pedazos cada vez que veía a esos animalitos en las calles, muriendo de hambre y frío.

Pero para su mala suerte no podía quedarse con todos ellos, apenas y podía cuidarse a él mismo, incluso su madre le había quitado la custodia de Bbama —hipotéticamente— para poder trabajar y adaptarse como era debido, así que adoptar o acoger perritos o gatos de la calle no era un opción.

***

Lanzando su bolso en la mesita de entrada Jisung soltó un gemido adolorido mientras se masajeaba el cuello. Hoy específicamente había sido un día bastante largo y cansado así que apenas tenía energías para dar algún paso más.

Dirigiéndose a la sala se encontró con Minho durmiendo profundamente en uno de los sillones junto a un libro sobre su pecho, tuvo el pequeño impulso de ir y acomodarlo para que estuviera más cómodo pero se contuvo, no podía o más bien no debía, si es que quería salvar un poquito su corazón hasta que una semana pasara.

Para su muy mala o buena suerte los hermanos mayores de Minho, Lisa y Wonho se encontraban en casa de sus padres junto a sus parejas respectivas parejas incluyendo a los sobrinos del azabache en el bonus, a lo cuál no había habitaciónes disponibles y la señora Lee no estaba de acuerdo en dejar a su bebé dormir en el sillón o en suelo.

Así que él menor le había pedido alojamiento temporalmente en lo que se terminaba de organizar el papeleo sobre un apartamento que estaba comprando al igual que el trasladar y amoblar este mismo, y él no se pudo negar.

Aunque ahora se cuestionaba si estaba haciendo lo correcto o no, ya no tenía como echarse para atrás.

Con intenciones de escabullirse sin hacer ruido hasta llegar a su habitación se giro dejando en el olvido al chico que entre sueños llamaba su nombre pero no lo suficientemente alto para que él lo escuchará.

Estigmatofilia²  - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora