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La tensión se sentía en el ambiente, ambos se miraban fijamente tratando de entender que significaba aquel sentimiento que solo ambos eran capaces de trasmitirse, era algo absurdo como pasaron de estar peleando a querer devorarse ahí mismo. 

-¿Qué demonios me estás haciendo?-Dijo mirando las orbes azules del menor. 

-Descubrámoslo.-Se puso de puntillas para darle un beso al mayor, que no tardó en corresponder. 

Nuevamente se encontraban en aquella atmósfera de excitación mientras degustaban de los labios del contrario. Ambos se retiraron los chalecos pesados y dejaron de lado las armas reglamentarias, en ese momento querían sentirse completamente. 

El mayor metió su manos por debajo de la camisa verde de su rubio, volviendo a sentir la suave piel blanquecina que lo estaba volviendo loco, agarró su cintura y lo levantó un poco para que pudiese enrollar sus piernas a sus costados. Lo cargó y posicionó en el lavamanos sin dejar de besarlo, empezó a desabotonar la camisa del menor hasta que se la retiró por completo y se dio el lujo de mirar su torso atentamente, tratando de tatuarse aquella imagen en su memoria para siempre. 

No esperó más para comenzar a besar aquella lechosa piel y llenarla de marcas, esta vez saboreó a su gusto los pezones del rubio, que solo gemía cada que los succionaba y delineaba con su lengua. Agradeció que esta vez había luz que le permitía ver el color rojizo en el que se tornaban los pezones del menor cada que los sacaba de su boca. 

Siguió haciendo su trabajo besando la piel expuesta de Gustabo, pero este no se quería quedar atrás y llevó su mano a la erección del mayor, comenzando a masajearla mientras disfrutaba de los besos que dejaba el comisario por su torso. 

Freddy luchaba por no perder el control, si debía hacerle el amor al rubio definitivamente tenía que ser más especial y en un lugar más lindo que las duchas de comisaría. Sujetó las manos de Gustabo y se acercó a besarlo con mucha intensidad, hasta que se separaron por falta de aire. 

-Tenemos que parar.-Dijo el comisario mientras juntaba sus frentes y ambos respiraban frenéticamente.

-Tienes razón.-Se soltó del agarre y se empezó a poner su camisa rápidamente, estaba avergonzado y quería escapar. 

-Debemos hablar sobre la otra vez y de lo que acaba de pasar ahora. 

-Yo...

-Esta vez no puedes irte Gustabo. 

-¿Qué quieres que te diga?-Empezó a ponerse nervioso. 

-No se como, ni cuando empezamos a vernos de otra forma, pero lo que estamos haciendo no es cualquier cosa ¿lo entiendes? 

-Yo solo me dejo llevar, nada más.-Dijo toscamente mientras buscaba una ocasión para irse, sin analizar bien lo antes dicho por Freddy.

-Ohh... Entiendo...-Aquel dolor en su pecho se sintió peor que cualquier tortura que haya vivido antes, con eso solo pudo confirmar que se había enamorado del rubio que tenía frente suyo. Se sintió estúpido y expuesto delante de Gustabo que parecía incómodo. No dijo nada más cuando abandonó las duchas dejando atrás su chaleco y armas. 

No se perdonaría jamás el haberse vuelto tan vulnerable, los sentimientos no deberían existir para él y estaba como un tonto babeando por el rubio, cuando el máximo de importancia que tendría que tener en un su vida es cero. Se metió en un zeta y condujo hasta su casa, donde lo único que hizo fue beber un botella de ron que tenía guardada. 

Se sintió culpable de todo, desde el principio supo que era ilegal el solo pensar que el rubio era demasiado hermoso. Las atenciones que tuvo con él jamás las tuvo con nadie, lo bonito que sentía con solo verlo sonreír y lo molesto que se ponía cuando alguien más estaba con él, le hacían sentirse expuesto. No podía odiar a Gustabo por ser sincero, con solo recordar las palabras y acciones del menor se sentía dolido, pero debía aceptarlo. 

-Por mis huevos que dejo de sentir esto por él.-Fue por otra botella de alcohol. 

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 No se había movido de las duchas, no esperaba que Freddy saliera de esa forma y mucho menos con una expresión triste. Se sentía culpable y confundido, sobre todo cuando a veces tenía arrebatos de querer ser abrazado por Freddy de la nada.  

-¿Gustabo me oyes?-Se escuchó la voz de Isidoro por la radio. 

-Claro, dime que pasa. 

-Voy a salir de servicio, nos vemos mañana chochito de fresa.-No respondió nada y empezó a tomar los chalecos y armas que habían dejado, para devolverlos a la armería antes de que se vaya a dormir. 

Al día siguiente se despertó con ojeras por la mala noche que había pasado, quería llamar o  escribirle a Freddy pero por temor no lo hizo. Entró de servicio luego de haberse puesto su uniforme y mientras esperaba a Isidoro, entró el comisario a recepción. 

-Fre...-Quiso hablarle pero el mayor solo pasó de largo ignorándolo completamente. 

Le dolió aquello no lo iba a negar, ni siquiera lo miró y en parte lo entendía. Quiso pensar en que la molestia se le pasaría luego, así que cuando Isidoro apareció fue a patrullar como si nada. 

-¿Por qué estás tan desanimado? 

-No lo estoy, solo no dormí bien.-Iba dando vueltas por la ciudad esperando que saltara algún atraco.

-Pareces desanimado y cansado.

-Deja de hacer preguntas y márcame eso.

-Parece que es un Fleeca... Aquí Z-40 se dirige al banco.-Comunicó por radio. 

-Z-40 vaya como apoyo a badulaque central, yo me encargo del banco.-Contestó Freddy.

-Pero este tío nos acaba de excluir por la cara.-Dijo indignado Isidoro.

-Tendrá sus motivos.-No los había excluido, más bien parecía que quería evitar cruzarse con él a toda costa. 

-¿Por qué regresamos a comisaría?

-Agarra una mery y ve al banco.

-Pero si Freddy dijo que...

-No importa, yo soy tu superior y ordeno que vayas.-Un Isidoro confundido se bajó del zeta para ir a por una mery, mientras Gustabo se dirigía al badulaque. 

La persecución duró bastante más de lo que hubiese querido, pero aún así logró atrapar al atracador y mandó a los compañeros a que lo empapelaran. Aprovechó el momento para decirle a Isidoro que se quedara en la mery, quería un momento de paz y con él estaba seguro de que no lo tendría. 

Empezó a patrullar sólo, aunque en realidad solo paseaba por la ciudad ya que no acudía a ninguna alerta para evitar que Freddy se incomodara en caso de que se crucen. El tiempo pasó bastante rápido para él, así que regresó a comisaría para dejar el zeta y salir de servicio. Cuando por fin salió de los vestuarios con ropa de civil y se dirigió al parking para tratar de dormir...

-Gustabo te estaba esperando.-Se acercó Isidoro.- Me dejaste muy preocupado y necesito explicaciones. 

-No me pasa nada, puedes estar tranquilo. 

-Se que es mentira, te conozco mucho tío.-Insistió.- Puedes confiar en mi. 

-¿Qué es lo que sientes cuando te gusta alguien?

-Bueno yo diría que te atrae mucho su físico, quieres estar siempre cerca y compartir buenos momentos, además de que en esa situación para ti no existe nadie más importante en el mundo que aquella persona.

-Creo que me estoy volviendo loco.

-¿Quién es él o la afortunada? 

-¿Por qué piensas siquiera en la posibilidad de un "él"? 

-Sinceramente para mi es más probable que estés liado por un tío, que por una tía. 

-Joder...

-¿Me dirás?

-Es Freddy...



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GUSTABO GARCÍA MI INSPECTOR JEFE DE CONFIANZAAA <3 




¿Con B de que? | FreddytaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora