Mi mamá conoció a los Yu a mediados del verano, en una de las cenas de los domingos. Estaba nerviosa, como lo había estado yo. Pasaba las manos sobre su vestido para quitarle las arrugas y enroscaba su dedo en su cabello.
—Se ven tan elegantes —dijo y reí porque lo eran y no lo eran.
Mi mamá sonrió con ansiedad cuando Boa la abrazó. Más tarde, tomaban vino en la cocina y mamá reía, su rostro sonrojado por el alcohol y la felicidad.
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Yunho trabajaba desde casa. Nunca comprendí qué hacía con exactitud, pero siempre estaba al teléfono en su oficina, llamando a personas de Japón o Australia, a altas horas de la noche; y de Nueva York y Chicago, temprano en las mañanas.
—Finanzas —había dicho Aeri con un encogimiento de hombros—. Dinero y cosas, y bla bla bla aburrido. No puedes morir en este nivel, Min. Es muy fácil.
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Boa pintaba. Ese verano dijo que estaba en su fase ecológica, todo era verde. Ponía un disco en el viejo Crosley y decía cosas como "Hoy, hoy, hoy" y "A veces, me pregunto" y luego comenzaba a trabajar. Siempre era un caos bajo control y, de vez en cuando, tenía pintura en sus cejas y una sonrisa en sus labios.
—Parece que es buena —Yizhuo empezó a contarme—. Tiene cosas expuestas en museos. No le digas que dije esto, pero pienso que todo luce igual. Quiero decir, yo también puedo salpicar un lienzo con pintura. ¿Dónde está mi fama y mi dinero?
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Avancé por el camino de tierra luego del trabajo y Yuji esperaba por mí.
—¡Ey, Min! —dijo y sonrió muy, muy ampliamente.
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A veces había días en los que no tenía permitido visitarlos. Dos o tres o cuatro días seguidos. "Es tiempo de familia, Min" decía Boa o "Esta noche las chicas se quedan dentro, Min". Yunho decía "Vuelve el martes, ¿de acuerdo?"
Lo entendía porque no era parte de su familia. No sabía lo que era para ellos, pero me obligué a no sentirme herida, no lo necesitaba. Ya tenía bastante dolor del mío como para poner más por encima. No lo decían de forma maliciosa, no lo creía. Unos días después, encontraría a Yuji esperando por mí en el camino de tierra, me abrazaría y me diría "te extrañé", y luego la seguiría a casa y Boa siempre diría "Aquí está nuestra Min" y Yunho "¿Estás bien?", luego sería como si nada hubiera pasado.
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WOLFSONG [Adaptación WINRINA]
Fanfiction𝑬𝒔𝒄𝒖𝒄𝒉𝒂, 𝑴𝒊𝒏. 𝑳𝒐𝒔 𝒎𝒐𝒏𝒔𝒕𝒓𝒖𝒐𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒆𝒔. 𝑳𝒂 𝒎𝒂𝒈𝒊𝒂 𝒆𝒔 𝒓𝒆𝒂𝒍. 𝑬𝒍 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒐 𝒚 𝒂𝒕𝒆𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓, 𝒚 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒆𝒔 𝒓𝒆𝒂𝒍. ❝Kim Minjeong era una niña cuando su padre le e...