WOLFSONG [Adaptación WINRINA]

HERIDAS ABIERTAS / CAMINO A CASA

Changmin se había ido.

Kyuhyun también. Robert Lee no había aparecido. La mayoría de los Omegas estaban muertos y los sobrevivientes huyeron.

Pero, por supuesto, no pensaría en eso hasta más adelante.

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Los demás lo supieron.

Lo supieron incluso antes de encontrarnos debajo de los robles.

Al igual que yo, habrían sentido el momento en que murió. Probablemente con mayor intensidad, dado que yo aún era una humana.

Primero Aeri y Yizhuo saltaron de entre los árboles, corriendo sobre sus cuatro patas, gemidos agudos brotaban de sus bocas. Se detuvieron una vez que nos vieron: Yunho inmóvil sobre la hierba, Yuji de rodillas, con la cabeza inclinada hacia su padre y sus garras a sus costados, Taemin recostado sobre un árbol, las manos cubriéndole el rostro y sus tatuajes brillando con intensidad.

Y yo, adormecida por mi madre, ahora un cuerpo bajo una manta.

En cuanto a Yunho, su cuerpo estaba tibio, la sangre todavía goteaba.

Aeri fue la primera en moverse y pasar su nariz por el brazo de Yuji, por su cuello y su cabello. Inhalaba y exhalaba pequeños resoplidos, tomando la esencia de su nueva Alfa. Su pelaje estaba manchado de sangre y recogía una de sus patas, pero continuó presionando su cuerpo contra su hermana.

Yizhuo se movió finalmente hacia ellas, sus ojos desorbitados, la boca abierta mientras soltaba unos suaves ladridos una y otra vez. Dejó a Aeri y Yuji solas y colapsó a los pies de su padre, olisqueando sus pies, sus pantorrillas. Al final, posó la cabeza sobre las piernas de su padre y se estremeció.

Luego vino Minho, en su forma humana. Mientras que las demás lobas estaban desnudas, él llevaba pantalones harapientos, raídos y hechos jirones con salpicaduras de suciedad y sangre. Tenía heridas abiertas que estaban sanando lentamente y tenía una mordedura de aspecto desagradable en su hombro derecho, donde parecía que le habían arrancado un buen trozo de carne, dio un paso tambaleante hacia Yunho y las demás, pero se detuvo, sus manos se curvaron en puños a sus lados. En su lugar, fue primero hacia Taemin, susurrando algo que no puede descifrar. Taemin no levantó la vista, pero sacudió su cabeza. Los ojos de Minho se dirigieron alrededor de la línea de árboles, su mirada era dura y su mandíbula estaba apretada.

Y luego vino ella.

Se movía lento, ya sea por la pena o las heridas, no podía saberlo. Un corazón destrozado puede ser más pesado que una costilla rota. Permanecía en su forma de loba, lo cual agradecí de manera egoísta. El rostro de un lobo no puede moverse tanto como el de un humano. El dolor grabado en su rostro lobuno no era nada en comparación con lo que habría sido si hubiera estado en su forma humana.