—¿Estás lista? —preguntó.
Estaba por encima de mí con una expresión reverencial en su rostro. Mi piel estaba resbaladiza por el sudor, caliente. Me sentía ruborizada y sobrecalentada.
—Sí. Sí, Yuji —logré decir luego de casi no encontrar las palabras.
Se aproximó para besarme mientras se presionaba lentamente hacia dentro. Jadeé en cuanto estuvo dentro de mí, y el suspiro fue atrapado por su boca, su lengua contra la mía.
Se hundió todo lo que pudo, sus caderas estaban presionadas contra mí, mis piernas abiertas a cada uno de sus costados. Nos inhalamos con los ojos abiertos y las narices frotándose.
—Oh, mierda —dejó escapar contra mi boca mientras sus caderas se contoneaban.
Y esperó, conteniéndose en su lugar, como si no pudiera moverse, como si no quisiera moverse.
—Está bien, Yuji —dije—. Por favor. Está bien, necesito... Oh, Dios, realmente necesito...
—Sí, Min. Te daré lo que necesitas. ¿Te lo haré, de acuerdo? Solo déjame hacértelo y...
Y se apartó y luego volvió a arremeter hacia dentro. La cama comenzó a rechinar por debajo de las dos y lo hizo una y otra vez hasta que ambas nos gruñíamos la una a la otra y mis garras se clavaban en la piel de su espalda sin importarme si perforaban la carne.
Se sentó, aún dentro de mí y cerró mis piernas tras su espalda, mientras hacía un movimiento circular con sus caderas para poder verse en mi interior. Aminoró la velocidad y me observó con los ojos muy abiertos mientras me veía desarmarme bajo de ella. Habíamos estado así durante horas, y ya estaba lo suficiente excitada como para hacerlo durar más tiempo. A pesar de su inexperiencia, aprendía rápido, me hacía cosas que llevaban mis ojos hacia atrás de mi cabeza y hacían que mi boca se aflojara.
Pero esto no se trataba solo de sexo o acabar. Esto era más. Mucho más.
Podía sentirla levantarse en la base de mi espina dorsal, no intenté detener la transformación cuando se abalanzó sobre mí.
Yuji estaba encima de mí de la misma forma, a media transformación y gritando mientras me contraía a su alrededor.
—Min, ya casi es hora.
—Sí, de acuerdo, sí. Por favor, sí.
Porque habíamos estado construyendo este momento.
Desde el día en que me entregó una caja que contenía una pequeña loba de piedra y se prometió a mí.
—Hazlo —gruñí.
Sus ojos brillaron rojos.
Sus colmillos descendieron.
Acabé, lanzando mi cabeza hacia atrás mientras exponía mi garganta.
Susurró mi nombre, pronunció mi nombre y gritó mi nombre mientras acababa en mi interior.
Y luego me mordió, justo en el espacio entre mi cuello y mi hombro.
Sentí dolor, era brillante y afilado. Luego se desvaneció y fue reemplazado por algo diferente. Algo más amplio.
Mis ojos se abrieron de repente mientras dejaba escapar un jadeo. Porque era más de lo que pensaba que podría llegar a ser.
Era todo.
Sus dientes se apartaron de mi piel. Podía sentir la sangre mientras brotaba.
Jadeaba mientras se deslizaba de mí, sus labios estaban rojos como sus ojos.
Dijo: Oh, Dios mío.
Dijo: Min.
Dijo: Min, ¿lo sientes? Esto es... No puedo creer que nosotras... Después de todo este tiempo, nosotras...
Dijo: Min.
Dijo: Compañera.
La lobagruñó: Mía.
Aquí termina Wolfsong! Espero que hayan disfrutado está historia tanto como yo al adaptarla. Muchas gracias por darle una oportunidad y llegar hasta el final, y también por leer, votar y comentar los capítulos!😭 Intentaré traerles más historias lo más pronto posible💕
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WOLFSONG [Adaptación WINRINA]
Fanfiction𝑬𝒔𝒄𝒖𝒄𝒉𝒂, 𝑴𝒊𝒏. 𝑳𝒐𝒔 𝒎𝒐𝒏𝒔𝒕𝒓𝒖𝒐𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒆𝒔. 𝑳𝒂 𝒎𝒂𝒈𝒊𝒂 𝒆𝒔 𝒓𝒆𝒂𝒍. 𝑬𝒍 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒐 𝒚 𝒂𝒕𝒆𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓, 𝒚 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒆𝒔 𝒓𝒆𝒂𝒍. ❝Kim Minjeong era una niña cuando su padre le e...