WOLFSONG [Adaptación WINRINA]

DAÑO / NUESTRA MALDITA MANADA

Las dos manadas estaban desparramadas frente a nosotras en la casa al final del camino. La mía estaba en el suelo, en los divanes y en el sofá. Todos se veían como si pertenecieran aquí, casuales y relajados. En realidad, la mayoría. Sunghoon estaba tenso.

La manada de Yuji se apartó a un lado, Aeri y Yizhuo estaban inclinadas sobre una pared cerca de los ventanales. Taemin de pie, firme a su lado.

La división era visible.

Sin embargo, Yuji... Yuji estaba a mi lado. Una junto a la otra, lo suficientemente cerca como para rozarnos con cada respiración. Los lobos lo sabían. Por supuesto que lo hacían. Podían oler la noche anterior sobre nosotras. Lo que me produjo cierta extraña y salvaje satisfacción. Hasta que vi a Boa a los ojos, y me ruboricé escandalosamente, aun cuando no se veía más que complacida.

Todos esperaban a que habláramos, incluso los humanos.

—Entonces —dije intentado no oírme nerviosa—. Tenemos algunas cosas que discutir.

—Como que deberían darse una ducha —señaló Aeri, como si no le importara nada en el mundo—. De verdad, Yuji, lo entendimos. Jesucristo.

Yuji se negó a sentirse avergonzada. Y estaba bien, porque yo lo estaba por las dos.

—Totalmente —respondió con tono engreído.

—Qué demonios —murmuré.

Me guiñó un ojo.

—No me digas —dijo Taeyong—. ¿En serio?

—Oh, muchacha —acotó Ten—. Esto se va a poner incómodo.

—Solo si nosotros lo hacemos incómodo —señaló Jongin como un adulto razonable—. Deberíamos hacerlo realmente incómodo —agregó luego.

—Podríamos comparar historias, supongo —sugirió Soobin porque era malvado.

—Sí —gruñó Jongin mientras echaba un vistazo a su hermano—. No toquemos el tema porque realmente no quiero romperle la cara a mi Alfa o a mi hermano.

—Por favor —Soobin puso los ojos en blanco—. Ella es más fuerte que tú.

—Como sea —exclamé antes de que la conversación se fuera de control—. Hemos estado hablando...

Aeri y Yizhuo comenzaron a toser de forma molesta. Yuji les gruñó con los ojos rojos. Sonrieron maliciosamente hacia su hermana como si no tuviera importancia. Probablemente no la tuviera. Era lo más cercano a como actuaban antes de que se marcharan. Me preguntaba si era porque ya sabían lo que íbamos a decir.

—... y decidimos ver si esto funciona —terminé la oración.

—¿Ver qué cosa? —Sunghoon frunció el entrecejo.

—Todos nosotros —dijo Yuji antes de que pudiera responder. Ladeó su cabeza en dirección a Sunghoon, pero no utilizó los ojos de Alfa—. Intentar que la manada sea una sola.