SOLO TU Y YO

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— ¡Miyeon! ¡Buena suerte! —al salir de la cocina, vi a Miyeon partir. Han pasado varios meses desde aquel día y ahora, a inicios de abril de 2022, estamos a la espera del debut de Miyeon. Esta semana se le ha notado mucho la emoción al sacar un álbum en solitario. Su debut está programado para finales de este mes, y la anticipación se siente en el aire.

Me senté en el sillón, lista para ver mi serie. Las demás estaban en sus habitaciones. Los recuerdos de aquella noche de noviembre han venido poco a poco a mí durante estos meses, pero aún no sé qué hice para que Soojin se enojara conmigo. Ella y yo no hemos hablado mucho desde entonces; solo hablamos cuando es necesario. En el dormitorio, si ella se encuentra sola conmigo, siempre se queda dentro de su habitación.

Pero hoy parece que no es la ocasión. Todas están en sus habitaciones y yo soy la única afuera, viendo mi serie. Así que ver a Soojin sentarse en el sillón a un costado mío me sorprendió. Me quedé viéndola; no sé si deba hablar. No quiero darle una razón para que se vaya.

Seguí mirando mi serie hasta que, en un punto, se me olvidó que ella estaba ahí. Volteé para comprobar si seguía allí, y así era, pero ella ya me estaba mirando, así que nuestras miradas se cruzaron. Permanecimos así un rato más hasta que ya no pude soportar el silencio.

— ¿Tengo algo? —pregunté, internamente me di una palmada en la frente. Una pregunta estúpida.

Soojin volteó a ver otro lado. Sin responder, sacó su teléfono e ignoró mi pregunta y mi presencia. No pude más con esta pelea silenciosa; no soy así. Me levanté del sofá, tomé su celular y recibí una mirada penetrante. Pero la ignoré y le respondí con una mirada igual. Aventé el teléfono al sillón más lejano a nosotros. Quedé parada frente a ella con los brazos cruzados.

— Soojin, si hay algo que te ha molestado, ¿por qué no me lo dices? —dije. Es muy poco de lo que tengo que decir, pero sé que ella me gana—. Desde aquella noche has estado muy distante conmigo. ¡Si hice algo malo o si dije algo que te molestara, perdón! Pero no lo recuerdo...

Al final, terminé arrodillada frente a ella. La verdad, no puedo soportar estar así con ella. Es tan triste.

Es muy diferente ser tú quien te alejas, ya que estás consciente del dolor que puedes recibir. Pero que se alejen de ti es peor...

Tomé las manos de Soojin y la miré a los ojos. No recuerdo nada, no recuerdo haber estado sola con ella, no recuerdo haber estado en su habitación. El simplemente pensar que eso que no recuerdo haya pasado me deja peor, ya que tal vez la pude haber besado o confesado, y ella ha mostrado que no siente lo mismo... pero aún así no quiero que se aleje de mí...

— Soojin, lo siento si hice algo que no querías o si dije algo que te hiriera...

La mirada que ella me dio no decía nada, y es una tortura que no diga nada. Su mirada va de arriba hacia abajo. Jaló sus manos hacia ella, separándolas de las mías. Se cruzó de brazos y bufó.

— Aún no recuerdas... —dijo mirando hacia otro lado. Se escuchó decepcionada.

— No... lo siento.

— Deja de disculparte.

— No me ignores...

Ella se rió, aún mirando a otro lado, pero eso me tranquilizó. Sonreí mirándola.

— Soojin —aún con una sonrisa me miró y por fin sentí la paz que ella me transmite, que me hace sentir—, déjame recompensar mis acciones de esa noche. Tal vez vomité, tal vez te molesté, pero quiero que me dejes que te lo recompense.

— ¿Cómo piensas hacer eso?

— ¿Quieres ir a comer a algún lugar? —la vi indecisa. Si era de comer, iba a haber bebidas, así que rápidamente aclaré—: ¡No tomaré!

— No es eso lo que me molesta.

— Entonces, ¿Qué es?

— ¿Solo iremos tú y yo?

Eso me hizo pensar que le incomoda estar cerca de mí, así que es seguro que hice algo mal...

— Puede ir otra persona si te incomoda...

— Miyeon no está, y tal vez venga tarde.

— ¿Quieres que vaya alguien más?

No dijo nada, ni nombró a nadie, solo me miraba. Por favor, Soojin, deja que pueda leer tu rostro.

— No quiero ir con nadie.

Sonreí estúpidamente; escuchar eso me hizo feliz. Me levanté del suelo y apagué la televisión. Le alcancé el teléfono, pero antes me acerqué a su oído, lo cual la tensó.

— Por favor, no cambies de parecer. —Me alejé de ella. La vi sonreír ante lo que le había dicho—. Saldremos a las seis. Aún hay tiempo de sobra para que pienses en qué ponerte.

Y sencillamente salí directo a mi habitación, donde salté y brinqué de alegría.








Esperé a Soojin en la sala. Yuqi y Shuhua estaban allí conmigo. No sé cómo es que este grupo sigue unido con todos los celos que hay en este dormitorio, y más con lo que había pasado hace unos días.

Miré a Shuhua, quien estaba muy cómoda en su lugar, más que en el nuevo sofá que se había comprado. Volteé a ver a Yuqi, quien también estaba muy cómoda en su lugar con los pies en la mesa de centro, mirando su teléfono. Creo que estaba jugando. Tenía a ambas a cada lado, dejándome a mí en el centro del sofá, el cual estaba acomodado en forma de "U". Así, tenía a Shuhua a mi derecha y a Yuqi a mi izquierda. Seguí mirando a Yuqi, quien estaba concentrada en su juego, pero creo que la miré demasiado porque ella se salió del juego y apagó su teléfono, volteándome a ver de pies a cabeza dos veces.

— ¿Unnie va a salir? —preguntó después de mirarme. Yo solo asentí como respuesta a su pregunta. — ¿Con quién? —esto parecía un interrogatorio, pero solo sonreí y dije:

— Con Soojin.

Al escuchar su nombre, Shuhua dejó de hacer lo que estaba haciendo y me miró con los ojos bien abiertos. Antes de que pudiera decir algo, Soojin salió por fin de su habitación. Todas voltearon a verla, pero creo que mi cuello es el único que sufrió. No importaba, ella era muy atractiva y sexy... Soojin vestía unos jeans negros, un top negro y una chaqueta de cuero... eso es muy de ella.

Nuestras miradas se conectaron y creo que me expuse yo misma. No puedo disimular cuando ella está frente a mí, muy...

— ¿Nos vamos o solo me verás desde el sofá? No creo que sea para tanto como me vestí.

Me levanté del sofá y fui hasta donde ella, aún con las demás detrás de mí. Tomé su mano y la miré.

— No perdamos el tiempo.

Dicho esto, comencé a caminar hacia la salida jalando a Soojin de la mano. Pero antes de salir, escuchamos a Shuhua gritar.

— ¡Unnie, haz que Soojin tome! —quedó detrás de la puerta. Lo logré escuchar pero no responder. Ahora solo pienso a dónde la llevaré y no hace falta pensar porque he querido llevarla a este lugar desde hace mucho...



NO IGNOREMOS LO QUE SENTIMOS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora