Dieciséis

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Billy había tomado el camino largo a casa porque quería que escuchara su canción favorita. Dijo que era de una banda llamada Metallica o algo así. No estaba mal, pero no era mi favorita. Me reí y reí mientras Billy bailaba juguetonamente al ritmo de la música y fingía tocar el solo de guitarra.

Finalmente, llegamos a mi casa y me dio pena bajarme de su coche.

"No te olvides de mañana, princesa". Mis ojos se abrieron de par en par al recordar que mañana teníamos una cita.

"No lo haré". Antes de que pudiera desabrocharme el cinturón de seguridad, Billy había posado suavemente sus labios sobre los míos. "Adiós..."

Me saludó con la mano antes de marcharse.

"¡¿Qué demonios estabas haciendo con él?!" Steve salió corriendo de casa en cuanto el coche de Billy se perdió de vista. Di un respingo ante el ruido repentino y me giré lentamente. No sabía cómo Steve manejaría esto.

"Sólo me llevaba a casa...". Steve tenía cara de enfado y confusión.

"¡Me dijiste que estabas en casa de unos amigos! No me digas que fuiste a su casa". Puso cara de asco antes de pasarse los dedos por el pelo.

"¡No! No, sólo me vio caminando a casa y se ofreció a llevarme. Eso es todo". Steve parecía aliviado pero aún enfadado.

"Entra". Me di cuenta de que lo había puesto de mal humor. Mentirle así a mi hermano no era normal para mí, pero hasta que no supiera que podía soportar que siquiera mirara a Billy, tendría que convertirse en algo normal.

Innocent - Billy HargroveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora