Y Llegaste Tú| Terminada| Corrigiendo

Capitulo 54

Melanie...

Suspiro después de terminar de leer el texto del chico Otaku me envío. Hace tanto tiempo que estaba esperando esta llamada y no sé si fue casualidad que me haya llegado justo en este momento o  tomarlo como una señal o una advertencia.  

Le daré los tres días.

Si la cosa continua igual.

Me iré.

Estoy a tiempo.

En cualquier momento puede dejarse llevar y no quiero hundirme mas de lo que ya estoy. Las risas se transforman en reproches y reclamos. Siento un peso sobre mi cintura que me saca de mi nube de pensamientos.

—Infiltrada.

Tres días melanie, dale tres días.

—Cabezón —levanto la vista, sus ojos me miran confundidos e incrédulos. Tal vez esperaba que reaccionara de manera alterada o enojada por lo que acabo de presenciar pero no lo voy hacer, no vi nada al respecto. Por supuesto esto no significa que no me haya afectado, hay una pequeña espina en mi corazón por la reacción de sus ojos.

—Mela...

—Quiero irme.

—Nena escucha.

—Me duele el pie.

—¿Próxima victima? —llevo mi vista hacia las chicas que se posicionaron a cada lado de él y lo besan descaradamente en cada mejilla frente a mis ojos. Lance aparta la cara demasiado tarde y aparta sus brazos encima suyo con brusquedad.

—No cambias—dicen entre risas mientras niegan con la cabeza y como si se hubiese acordado de mi existencia voltean a mirarme. 

Ellas me detallan como si fuera una pobre victima y finjo no darme cuenta mi visión esta enfocada en su rostro.

—Por favor llévame al apartamen...

—Has bajado de calidad Lance—chista los dientes con desgracia—.Que lamentable. 

—No creo —le dice la acompañante —Esto me huele a apuesta, de otra manera, él jamás hubiese buscado a una mujer tan... simple—me da un repaso rápido—.Sin ofender cariño solo que tu no encajas en los gusto de este hombre.

—¡Lárguense de aquí! —brama Lance embravecido.

—Amiga si no te has acostado con él lo mejor es que te vayas, eres linda, pero no para un perro desgraciado como él. Estas a tiempo de huir y no creas en nada de lo que diga, los tipos como este bastardo jamás buscarían chicas sencillas como tu. 

—Es cierto amiga—concuerda la otra—.Los tipos como él solo apuestan mujeres como tu. ¡Lance!

—¡Váyanse de aquí maldita sea!

—¡Oye!

—Dejen de hablar mierda—las arrastra a ambas por el codo.

—Es la verdad.

—¡Cállate! — hago una negación y suspiro fuerte.

Tres días Melanie.

Lance regresa y le pido que me lleve a casa cuando se coloca en frente de mi.

—Infiltrada.

—No pasa nada, estoy bien — niega.

—Que pena—manifiesta incómodo—.Por favor discúlpame.

—Estoy bien—repito—.Sé que todo lo que ha dicho lo hicieron para fastidiarme.

—¡Son unas brujas!— gruñe impotente y me toma por la cintura—.Nada de lo que dijeron es verdad. Tu sabes que nunca he sido parte de eso. Te lo advertí cuando recién te mudaste, ¿recuerdas?