Capítulo 30

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Melanie...

Creo que me va a dar un crisis aquí, no debí contestar, pero geo no ha parado de llamarme y escribirme toda histérica que le responda. Liam me aconsejó que le contestará, él como viejo chismoso estaba intrigado por mi comportamiento preocupante y no me quedó de otra que explicarle lo sucedido. 

No saben lo difícil que fue confesarle que me besé con el chico que me cae mal, primero pensó que le estaba tomando el pelo y se rio en mi cara. Esperé que se desahogara pero antes me ensañe contra su brazo y  si después le mostré el vergonzoso video. 

Su expresión fue de perplejidad y siguió riéndose de mi, ¿ven por que lo odio? nunca mas supe de él desde aquella fiesta y viene aparece solo para mofarse de mi desastre. El unico consejo que me dio fue que contestara a Geo y no esta funcionando como me aseguró. Geo esta llorando y no sé como diantres explicarle que mi beso con Lance fue un error.

—Pensé que eras mi amiga — lloriquea —. Creí que me querías.

—Geo...

—Tanto que decías que nunca te fijarías en un tipo como él y mira como terminaste — tengo de frente a Liam, quien no aparta la mirada de mi, seguimos en la sala de estar, sentándose en unos de los sillones rojos —. Tu querías alejarme de él para quedártelo ¿verdad?

—¿Que?

—¡Tu sabias lo que sentía y metiste con él!

—Estaba borracha, ¿crees que mi sano juicio besaría a ese animal? — el cargo de conciencia me aplasta cuando lo digo, me siento terrible, pero si le cuento a esta mujer lo que me esta pasando con Lance, fijo se muere, estira la pata y no quiero que se muera porque me gusta la persona en cuestión.

—No — contesta con la voz entre cortada, por suerte tengo a Geo con la oreja derretida de las tantas veces que me quejo del animal con patas —. Igual no debiste besarlo, estabas borracha pero no ciega.

Me llevo una mano a la cara y expulso aire por la boca mientras que esta delante de mi goza de mi sufrimiento. Lo miro mal y le formo un puño con impotencia, sabia que no debía contestar, para que le hice caso?

Si lance merece que le de un puño, este merece dos.

—¿Y qué hacías allí en primer lugar? ¿Ah?  

Le explico brevemente la razón por la cual fui a esa fiesta y creí que eso la calmaría pero no, ¡Se puso peor! Empieza a llamarme mala amiga, traicionera, envidiosa y miles de cosas hirientes que jamás en mi vida imagine que me lo diría. Liam se alarma al ver mis lagrimas caer, me quita el teléfono y lo apaga, no respondo en seguida porque estoy en shock y con un hueco en el pecho.

—Nunca imaginé que ella fuera así—ni siquiera puedo hablar,  estoy desconcertada que tengo un nudo atascado en mi garganta. 

Liam logró escuchar la conversación y estaba igual que yo de perplejo. Por eso me arrancó el teléfono y lo apagó, tomó mi mano cruzando nuestros dedos  y me llevó hasta donde estaba los dos cavernícolas jugando. 

Él me murmura que me espere mientras busca algo de beber, las lagrimas empañaban mis ojos. Todavía no creo que Georgina, mi mejor amiga, me haya dicho que soy una urgida y una zorra, ni siquiera me dejo explicarle que estoy buscando la manera que la chica que grabó esa noche borre el video para evitar que este imbécil lo vea o alguien mas.

Porque estoy segura que al volver las clases todas me van a caer encima.

—Ten —levanto la vista del suelo, Liam me trajo un vasito de café, hago una mueca y se lo rechazo haciendo una negación con la cabeza—. ¿No te gusta el café?

Y Llegaste Tú| Terminada| CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora