La deshonra se lleva en la sangre

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Cuando Tyler despertó  el día siguiente se llevó las manos a su cabello, con un lastimero suspiro de decepción. 

Estaba seguro que si cerraba los ojos podía seguir mirando sus perfectos labios de un color rojo sangre, sus ojos oscuros y vivaces, y su cuerpo pequeño delicado y aparentemente frágil. ¡dios! Es cuerpo con el que no había parado de soñar.

Habían hablado durante toda la noche pasada. Ella lo había llevado hasta una de las butacas cerradas y se sentó juntó a él, compartiendo dos botellas de un vino delicioso. Solo el aroma del cuerpo de la chica junto al sueño, su presencia extrañamente fría y la piel de sus piernas que parecían completamente suaves, lo tenían completamente embelesado. Recordaba el momento exacto en el que las había doblado uno sobre la otra, como la falda negra caía revelando más piel aun y acariciándola de una manera en la que él deseaba hacerlo.

Parecía un primerizo y ni siquiera la había tocado.

Pensó en lo mucho que sus primos se reirían de él si lo vieran tan embobado por una bailarina, pero que importaban ellos ahora. Estaban en el continente a muchas leguas de distancia.

Al llegar al comedor, su padre y su madre ya habían comenzado el desayuno.

-Hasta que apareces -dijo Donovan Galpin, refunfuñando como siempre -¿Estas son las modernas costumbres francesas? ¿Holgazanear?

-Cariño -Lady Françoise lo tomó de la mano y le sonrió dulcemente a Tyler antes de indicarle su lugar -fue un viaje largo, estoy segura que Tyler se acostumbrara pronto al nuevo horario.

-¿Es por el viaje o la fiesta con sus amigos? Pide que te traigan unos huevos crudos, te necesito atento hoy. 

-Me encuentro bien, padre. Se manejar un par de copas.

Tyler le sonrió a su madre y no tardaron en colocar el desayuno frente a él. La platicas de la vida social inglesa, los impuestos que debían cobrar, incluso los problemas de la cámara de los lores no podían retener mucho su atención. La chica, la bailarina, aparecía en cualquier momento en su mente. 

No podía esperar por el momento de que se oscureciera y volver a verla.

-La temporada comenzara la otra semana, estoy segura que cuando todas las familias se encuentren de vuelta, encontraras Londres bastante entretenido. 

-Siempre y cuando no pretendas que elija esposa -bromeó Tyler y su madre negó divertida. 

-Espero que no -murmuró Lord Galpin -Aun así debes ir al baile de debutantes, espero que no nos dejes en mal. 

-Gracias por el voto de confianza, padre. 

Lady Françoise soltó un suspiro cuando su esposo se marchó y alargó su brazo para tomar la mano de su hijo. 

-Compréndelo, esta bastante estresado últimamente. Las tenciones con el la oposición esta cada vez peor. Aun así, te aseguro que esta feliz de que finalmente regresaras. 

-Sus sentimientos son evidentes, madre. -señaló con sarcasmo. 

-Bueno, hoy serás todo mío. Debemos conseguirte el guardarropa adecuado para los siguientes meses. 

-Me siento bastante satisfecho con el actual. 

-No, muchachito. No creas que podrás evadirme. -contestó con una enorme sonrisa. 

* * *

-Más -la orden salió de los labios de Merlina implacable. Su doncella la miró preocupada y ajustó aun más su corsé. Ella cerró los ojos, deleitada por la sensación de asfixiante que le producía.

Lady Marmalade #WylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora