Jaque

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Con cuidado, Merlina examinó sus nudillos lastimados. Sus dedos tenían algunos hematomas y un pequeño corte, por suerte podía disimularlo con facilidad. Flexiono sus dedos y el dolor le envió un escalofrío por todo su brazo.

Al levantar su vista, se examinó en el espejo. Sus ojeras estaban muy marcadas, víctimas del insomnio, pero lo que le preocupada era la herida en su labio. La tocó con la punta de los dedos y el recuerdo del violento beso la llenó de diferentes emociones, furia y deseo, por igual.

Tocaron a la puerta de su habitación y rápidamente se recompuso, borrando toda señal de emoción en su rostro.

— Usaré el vestido azul que me obsequio la Tía Debbie—informó a su ayudante de cámara —con el tocado con redecilla.

La chica asintió rápidamente y sacó la pesada caja del armario. Aunque su mente estaba muy lejos, Merlina realizó cada uno de los pasos que se esperaban de ella durante aquella coreografiada danza que era vestirse. Se mantuvo inmóvil mientras la peinaban, se levantó cuando llevaron el vestido, opinó sobre el maquillaje y antes de que alguien advirtiera de su distracción, ya se encontraba bajando las escaleras y ajustando sus guantes oscuros.

Cuando llegó al salón principal, miró como su padre se despedía de algunos agentes de Scotland Yard, ralentizó su marcha y esperó a que su padre cerrara la puerta para llegar hasta él.

— ¿Sucede algo?

— Algo terrible, mi escorpión —respondió su padre con su usual dramatismo —asesinaron a una mujer en Whitechapel, por lo que describen los oficiales... fue brutal.

Merlina alzó sus cejas con asombro.

— ¿Crees que él tio Lucas me permita ver la autopsia?

Su padre la miró sorprendido antes de regalarle una sonrisa traviesa.

— Estoy seguro que no comenzará sin ti. Ahora apresúrate y desayuna. No es bueno abrir un cuerpo con el estómago vacío.

Merlina llegó al campo de fútbol cuando el partido estaba llegando a su fin. Tyler y Enid estaban sentados en una de las carpas, con su atención por completo en los jugadores y sus ojos bien abiertos.

Su humor había mejorado notablemente después de ver el interior de la tráquea de Polly Nichols. La mujer también presentaba unos fuertes hematomas en su cuello con la forma de los dedos de su asesino y su entrepierna estaba completamente mutilada, perforada presuntamente con el mismo cuchillo que dividió su cuello.

Tal como su padre le había dicho, la brutalidad del ataque era una rareza y no podía dejar de preguntarse cómo era posible que nadie mirara al atacante.

— No logro comprender la fascinación por este deporte.

Enid y Tyler saltaron sobre sus asientos y rápidamente se giraron hacia ella.

— ¿Disfruta de asustar a las personas? — dijo Tyler con sus ojo abiertos de par en par, luciendo un hematoma en su pómulo.

Inconscientemente, Merlina colocó su mano izquierda sobre sus nudillos lastimados.

— Es mi pasatiempo predilecto — respondió, antes de tomar asiento junto a Enid.

— Te has perdido todo el partido. Ha sido extremadamente tenso — le dijo Enid, comenzando a relatar cada pase que Ajax había logrado hacer.

Merlina la dejó parlotear y no pudo evitar evaluar la reacción de Tyler ante la mención de Ajax, pero su rostro amigable dejaba de ver tan poco de sus pensamientos como el inexpresivo rostro de Merlina.

Lady Marmalade #WylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora