Carne sin sangre | Haikyuu FF! (MYHN | Vamp! Miya Atsumu)

Jardín de la paz, eclipse solar

"Perdón, perdón..." Atsumu ríe y Shouyou se agita un poco pues no cerró los ojos a tiempo y le miró la boca escurrir sangre. "No sé qué me pasa. Tenía mucha hambre".

"Entiendo". No deja de sonreírle para que tampoco se sienta mal. Si hay algo que le encanta de Shouyou, por sobre todas las cosas, es su esmero por hacer que esta situación no sea algo incómodo para ninguno de los dos. "Yo entiendo, Tsumu. No pasa nada".

Le alienta a seguir comiendo con una caricia en la cabeza. Shouyou le empuja suavemente hasta que le tiene otra vez en el sitio de su pierna que ya está empezando a dejar de sangrar. Su lengua sale lentamente, paseándose relajado sobre la piel del humano.

Atsumu tiene otra vez ese perfil hermoso de un depredador; sus dientes afilados por debajo de sus labios, su lengua gruesa y fuerte haciendo presión para sacar más sangre, sus labios cerrándose por sobre las heridas nuevas que va abriendo, sus manos manteniéndole quieto y tranquilo con la fuerza con la que le manosea la ingle, el muslo, su vientre.

"Nn, Tsumu~" Shouyou suspira, el bulto en su entrepierna increíblemente lleno. Atsumu quiere tocarle ahí también. "Eso se siente bien..."

Como Shouyou debe de estar bastante excitado, la sangre que obtiene de ahí en donde muerde es bastante. Debe dejar de comer pronto para no causarle ningún daño a su novio.

Pero no se siente para nada "lleno", como Shouyou alguna vez le explicó que se decía cuando habías comido más comida de la que necesitabas. Fue con él precisamente que aprendió el verdadero significado de esa palabra; tener tu estómago lleno y sentir que no puedes comer ni un bocado más. Ahora, mientras traga y traga la sangre que Shouyou generosamente le está regalando, no se imagina ponerle un alto a esto en ningún momento próximo.

"¿Qué tal?" Shouyou ahora suena dócil, su voz bajita y sus palabras lentas. "¿No estoy muy dulce? Hoy no pude comer nada más que galletas y café".

"Sí estás algo dulce". Sus labios chupan un poco más del muslo, como para poder rectificar su punto. "No hagas eso, por favor. Me siento mal de estarte robando los pocos nutrientes que has comido".

"No me los robas". Sus ojos soñolientos mirando al techo delatan cuánta sangre ha tomado Atsumu. "Yo te los estoy dando".

El humano quiere empujar de nuevo su cabeza para que siga comiendo, pero Atsumu ya no se lo permite. Su convicción de protegerle es más fuerte que el hambre que le vino.

"Gracias, mi amor". Busca la cajita de pañuelos que siempre procura tener a la mano cuando va a alimentarse. Debe de limpiarse siempre antes de permitir que Shouyou le vea. "Exquisito, como siempre".

"¿Ya? ¿No quieres más?"

"Ya te estás empezando a ver un poco pálido". Atsumu ríe, más para hacer que Shouyou se sienta tranquilo que porque en verdad le parezca gracioso. "¿Quieres cenar ya?"

"No, la verdad no". Shouyou le pide un abrazo con las manos y Atsumu concede. Debe sentirse mareado. Y, siendo muy honestos, él tampoco tiene muchas ganas de ir a la cocina a preparar sabores y aromas que para nada le apetecen sentir. "Yo sé que no comí muy bien hoy, pero no tengo hambre. No tengo muchas ganas de comer".

"Pero te va a dar hambre más tarde. Te sangré bastante".

"Pues..." A Atsumu se le enloquece el corazón al sentir cómo Shouyou se acurruca en su pecho. "Mañana es sábado, podemos cenar más tarde. Bueno, yo".

"Vale". Afirma satisfecho. "¿Qué se te antoja?"

"Algo ligero". Shouyou se lame los labios. Los ojos del chupasangre se quedan ahí por un buen tiempo. "Además, no tomaste más sangre de lo normal, ¿verdad?"