Capitulo 11: Que caraj...

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Asi fue como sobrevivi a mí primer día con esas locas, Luna cumplió su palabra, tuve la libertad de desempacar y recorrer la ciudad sin molestias.

Al hacerlo pude darme cuenta que aqui también albergan refugiados, para ser el bosque de la hadas pude ver bastantes razas, como elfos, driades, enanos y ninfas en gran cantidad, pero solo había un hada.
Maki como se hizo llamar la unión de todas ellas, gobierna estás tierras, protegidas por el gran árbol mágico, la reina se destaca por sus investigaciones mágicas y estudios de artefactos antiguos, por ello es muy reconocida en el mundo. Los mitos sobre ella dicen que es alguien fría y calculadora, pero aquí note que tiene una personalidad extravagante, juguetona, bromista y en ciertos casos algo distraída.

Algo que contrasta con su personalidad anterior, antes como una hada de alta cuna, era muy recatada, todos sus movimientos, vestimenta y forma de hablar eran puestos a prueba constantemente, no podía ser ella misma.
Luego de su unión empezó a tener una personalidad más alegre y despreocupada. Conoció la literatura humana en una de sus reuniones con los 16 elegidos, y desde entonces empezó a tomar frases y conductas de ciertos personajes ficticios para aprender a socializar con el exterior, eso explicaba muchas cosas si me permiten decirlo.

Ante muchos era considerada una friki, o por lo menos eso oi en el reino de animal, era marginada entre los 16 por su manera de desenvolverse. Conociendola en persona, supe que era una persona maravillosa.

En mi tiempo aqui supe que Liz, su mano derecha y fiel pupila, anteriormente fue un elfo rojo. Fue salvada por la reina antes del nacimiento de Maki, pero una vez la unión logro concretarse, la nueva monarca de las hadas transfirió una gigantesca cantidad de magia antigua hacia el cuerpo de la joven elfa, haciendo cambiar sus atributos y junto a ellos, su color de cabello.
Dicha acción tuvo serías consecuencias, llevo a la reina a conciliar un sueño de cientos de años, por eso Liz era tan devota y atenta cuando se refiere a su cuidado.

Mientras que Luna fue rescatada desde bebé, unos esclavistas se habían hecho con su madre, una antigua aventurera de renombre, y al no necesitar otra boca que alimentar la abandonaron en el bosque con la esperanza de que un animal salvaje se la comiera. Afortunadamente se topo con las personas correctas, fue traída a este bosque donde fue criada con mucho amor.

Ahora que empecé a entender mejor la situación supe que no habría problema alguno si pasaba una temporada aquí, se que podría confiar ciegamente en ellas.

Así las semanas pasaron, al final tuve el honor de ser instruido por la misma reina, noté un ligero avance en mi control de magia y aprendí a formular varias pociones útiles para mí supervivencia en el exterior.
Este reino poco a poco me fue atrapando, es un paraíso, pensé que el valle era el único y seguro fuera de todas las atrocidades que ocurren afuera, y por eso me alegra haber estado tan equivocado.

Después de otro día ajetreado, pude tomar un buen baño y cenar con mis amigas como cada noche, creo que se estaba volviendo una tradición.
Al terminar solo pude lavar la vajilla y desearles un buen descanso. Es una noche bastante tranquila, la magiculas flotan por el aire, la brisa del bosque hace que el ambiente sea perfecto para dormir.

-Nick- bien es hora de descansar mañana será un gran día.

-Maki- zzzz

-Nick- oye despierta! que haces en mi cama? No puedes seguir colandote por las noches.

-Maki- ay está bien, no hacia falta que grites. Además cómo tú esposo tengo el derecho de dormir a tu lado, ya te lo dije.

-Nick-.....

-Maki- esa cara de asco otra vez, no es la reacción que estaba esperando, acaso no lees las novelas de tu reino? Deberías sonrojarte con mis palabras.

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