EPÍLOGO

213 13 3
                                    

– Katara… ¿qué… ¿Qué debo hacer? Tú eres la que sabe de estas cosas… Por favor.

Zuko se había acercado rápidamente a donde estaba Katara. Al examinar la herida notó que el vial de agua especial se había rasgado, así que retiró con cuidado el fragmento de roca enterrado y, como mejor pudo, taponó la herida con tela de su camisa para controlar la hemorragia. Arrodillado, al lado del cuerpo de su esposa, Zuko le acarició la frente, acomodando su cabello, mientras las lágrimas le caían del rostro. Cerró los ojos y juntó su frente con la de ella.

No lo notó, pero un pequeño brillo comenzó a emanar donde estaba la herida mortal.

La decisión de ZukoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora