La decisión de Zuko

INTERLUDIO PATHIK

El sol estaba cerca del poniente. Yo estaba sentado en el centro del circulo de meditación, en el templo del aire abandonado, percibiendo el palpitar del universo y pensando en nuevas combinaciones para sopas.

Mi alegre viaje entre sabores imaginarios se interrumpió cuando una presencia… que a la vez me resultaba familiar y distinta se acercaba a mí.

– Hola, viejo amigo. Gurú Pathik –saludó Aang inclinándose respetuosamente.

– Mmm… Hola Avatar Aang –respondí, aún con los ojos cerrados. Ladee la cabeza, intentando escuchar en la raíz de su corazón, buscando entre las sombras que lo encerraban–. Puedo sentir que le has devuelto el equilibrio al mundo… pero también siento una fuerte perturbación en tu propio equilibrio.

– Por eso he venido. Antes me he negado a terminar mi entrenamiento contigo. No he querido abrir el séptimo chacra, el chacra del pensamiento… No he querido renunciar a mis lazos mundanos… No he querido renunciar al amor. Pero este no me es correspondido –explicó Aang cerrando los ojos y los puños con fuerza. A su espalda el sol seguía descendiendo, alargando las sombras con cada segundo–. Quiero dejar de sentir este sufrimiento. Quiero dejar de sentir amor.

– Aang, abandonar los lazos mundanos nunca se trató de dejar de sentir amor –expliqué abriendo los ojos y mirando con pesar a ese pobre muchacho–. El amor es el motor del universo, la lección…

– ¡No! –gritó Aang, interrumpiéndome, acercándose a mí–. Tu tenías razón. Debía separarme del amor. Quiero separarme del amor, y lo haré. Con o sin tu ayuda.

– Esto no debería haber sucedido así Aang –dije con una sonrisa triste en los labios–. ¿Qué cruel niño dios ha estado jugando con el destino?

El sol ya se ocultaba en el horizonte tiñendo de rojo el mundo, oscureciendo las largas sombras.

– Sin saber cómo, he cometido un grave error –continué diciendo mientras cerraba los ojos y la sombra de Aang se cernía sobre el mí– y no veré las consecuencias del mismo.