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Jueves. Veredicto final.

Sunoo está irritado.

Olvidó poner la alarma la noche anterior cuando conversaba con Sunghoon y se levantó media hora después.

Llega a la Universidad sólo dos minutos antes de que su clase empiece. Tiene que apurarse.

Gira en el pasillo y lo primero que sus ojos ven es a Eunha con su casillero abierto y los brazos alrededor del cuello de Sunghoon.

Siente como si alguien hubiera golpeado su estómago y pecho al mismo tiempo, pero no se lamenta. Las miradas que algunos le dan le están causando náuseas.

Camina a su casillero como si nada le importara y evita mirarlos, introduce la contraseña y mete algunos libros que aún no ocupará y saca sólo uno. Escucha los murmullos de la gente y cierra rápido para irse.

Ya sabe lo que le está pasando, pero es un tipo orgulloso y que Jay lo perdone, pero no va a humillarse de esa forma frente a ellos.

Había pensado en aceptarlo, decir la verdad porque por un momento sintió que lo que pasaba con Sunghoon no era simple actuación de parte de su amigo, pero ahora sabe que está equivocado porque apenas terminó el lapso de tiempo de la apuesta y Sunghoon ha corrido a los brazos de ella.

¡Já! Y fue Sunghoon quién lo acusó de esperar ansioso el jueves para irse con Eunwoo. Camina en dirección contraria a su salón porque no va a entrar. Que se joda la materia.

Se dirige a la cafetería porque necesita un café con tres cucharadas de café y una de azúcar. Además, necesita ensayar algo para que cuando niegue cualquier sentimiento hacia Sunghoon suene realista y ellos le crean.

—Buenos días—saluda a la mujer, ella le devuelve el saludo con una sonrisa amable—. ¿Me da un café muy cargado y unas galletas de avena, por favor?

—Claro, serían 8,000 wones—Sunoo le paga y espera sólo unos segundos antes de recibir las cosas.

Agradece y se va a sentar cerca de ahí.

—Hola—escucha y alza la mirada encontrándose con Sunghoon.

Si va a mentir, debería hacerlo desde ahora.

Entonces sonríe como si nada hubiera pasado entre ellos: —Hola, ¿quieres algo para desayunar?

—Ah... no, está bien... Eunha me trajo algo de comer—Sunoo muerde su lengua y asiente. —Puedes sentarte si quieres—le dice medio riendo.

Sunghoon asiente y jala la silla para sentarse frente a él.

—Sé que me viste con Eunha.

—Claro que lo hice, su casillero está casi frente al mío, pero ¿por qué eso es importante?

—No es lo que tú crees o lo que se estará diciendo por ahí, es sólo que–

—Wow, espera un poco—lo interrumpe—. Sunghoon, no debes darme explicaciones de nada, la apuesta acabó, ¿no lo recuerdas?

Lo dice así, tan fácil que incluso él mismo se lo cree. Parece que no está medio llorando por dentro y se siente orgulloso.

Sunghoon carraspea mirando a otro lado y se ríe sin gracia.

—Cierto. Ya acabó. Yo soy libre de estar con quien quiera y a ti no te importará.

—Sí, y puedo hacer lo mismo yo, a ti tampoco debe importarte.

Sunghoon lo mira, su lengua está aventando suavemente su mejilla y se levanta causando un gran rechinido.

—Pues a la mierda.

Sunghoon se va y aunque Sunoo quiere decirle que verlo con ella le desgarró algo dentro de él, lo deja irse. Así como Sunghoon le empezó a gustar en diez días, también le puede dejar de gustar.

Su amigo es un idiota, lo va a superar rápido. Chicos como Sunghoon hay en todas partes.


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—¿Están nerviosos?—les pregunta Jake.

—No—dice Sunghoon serio.

Sunoo no quiere responder, así que no lo hace.

Están los siete reunidos debajo del árbol donde todo inició. Están apunto de decir lo que sienten y Sunoo está listo para decir la más grande mentira que haya dicho en su vida.

—¿Quién quiere empezar?—pregunta Jungwon mirándolos.

—Lo haré yo—responde Sunoo casi de inmediato.

—Nada de mentiras, Kim —le dice Jay con los ojos entrecerrados.

Sunoo asiente. Ya le pidió perdón en su mente, así que no le toma mucha atención.

—Bueno, Sunghoon es... increíble, jamás pensé que Park Sunghoon podría llegar a ser tan atento y dulce. Creo que puedo entender por qué hay tantas personas detrás de él, Hoonie es más que un rostro bonito y cuerpo de Adonis—todos lo están mirando y él no mintió en eso, Jungwon tiene una sonrisa enorme en su rostro porque piensa que sabe a dónde se dirige todo—, pero no me enamoré de él.

Todos se quedan en silencio, Jungwon quita su sonrisa y mira a Jake sorprendido. ¿Han escuchado bien?

—Ahora es mi turno—dice Sunghoon para romper el silencio—. Sunoo es fabuloso, es romántico y tierno cuando quiere algo, es una gran persona, un buen compañero y hace que te sientas bien estando con él románticamente, ya sé por qué tenía a Lee comiendo de su mano—Sunoo frunce el ceño—, pero él no es mi tipo y yo tampoco me enamoré de él.

El silencio que se forma es aún más pesado, pues Sunoo y Sunghoon se están mirando y los chicos no saben qué decir o qué hacer.

Ellos estaban seguros que algo se había formado entre ellos, pero al parecer no.

—Debo ir a clase—dice Sunoo recogiendo sus cosas.

Se levanta dispuesto a irse. No puede soportarlo, si sigue mirando a Sunghoon va a lanzarse a sus labios y todo lo que dijo se iría a la mierda.

Sunghoon lo toma del brazo y lo mira profundamente.

—¿Todo bien? ¿Seguiremos siendo amigos?

Sunoo mira a los chicos, todos están mirándolo y él no puede defraudarlos, así que asiente con una sonrisa.

—Por supuesto, el grupo no estaría completo si sólo hubiera seis de nosotros—Sunghoon lo suelta—. Todos somos mejores amigos, ¿no? No hay de qué preocuparse.

Ellos parecen convencidos y Sunoo les pide perdón internamente.

¿Amigos? ¡Por supuesto! Volverá al grupo cuando ya no tenga unas enormes ganas de tomar la mano de Park y recostarse sobre su pecho.

Pero claro, serán amigos.

Luego. 

All the lies || SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora