23

469 49 2
                                    


El camino de regreso es silencioso, pero no se siente nada incómodo. Su mano va rozando casualmente con la de Sunghoon y él se siente como un adolescente. Entonces, cuando Sunghoon se arma de valor y toma su mano para entrelazar sus dedos, Sunoo sonríe.

—¿Quieres ir a mi departamento a cenar hoy?—pregunta y Sunoo asiente.

—Me encantaría, sí.

—Bien, te espero a las 7pm, no vayas a llegar tarde.

—No lo haré.

Vuelven a quedarse en silencio, pero pronto llegan a la entrada del edificio encontrándose con uno de sus vecinos que les sonríe de lado y hace una pequeña reverencia en forma de saludo.

Llegan a la entrada del departamento de Sunoo y él piensa en que no sabe cómo van a despedirse, sabe bien que no son amigos solamente, pero tampoco son pareja, ni siquiera son dos personas que están frecuentándose porque lo que sea que tienen nació por esa estúpida apuesta que casi le cobra a todos sus amigos, si lo piensa, es todo su culpa, pero da igual ahora porque todo está aclarado... más o menos.

—Bueno... creo que me iré a mi departamento—dice Sunghoon un poco nervioso—, ¿debería besarte o es demasiado? Porque si es demasiado entonces puedo sólo irme y–

—Bésame—dice interrumpiendo a su amigo que comenzaba a hablar en demasía demostrando lo nervioso que estaba.

Sunghoon sonríe colocando sus manos en la cintura del más bajo mientras que éste coloca sus manos en el pecho de su amigo.

—Qué bueno porque pasé mucho tiempo sin probar tus labios y estaba siendo una tortura—le dice antes de cortar completamente la distancia entre ellos.

El beso es suave, está cargado de un sentimiento el cual los hace volar y hacer que millones de mariposas revoloteen en sus estómagos. Cuando se separan, Sunghoon deja un beso corto en sus labios y se aleja de él.

—Me iré porque tengo que hacer la cena para el chico que me gusta—Sunoo sonríe haciendo que sus ojos desaparezcan.

—Qué chico más afortunado.

—No, el afortunado soy yo—responde haciendo que Sunoo suelte una pequeña risa—. Nos vemos más tarde, Sunnie, te quiero—le dice antes de subir de dos en dos las escaleras restantes para llegar a su departamento.

—Yo te quiero más—dice Sunoo incluso si su amigo no logra escucharlo.


*:・゚✧*:・゚✧*:・゚✧


La tarde pasa rápido para Sunoo y cuando menos se lo espera, su celular suena indicando que faltan dos minutos para que sean las 7pm y debe llegar con Sunghoon.

Se mira una vez más en el espejo que está detrás de la puerta de su habitación y suelta un suspiro al sentirse totalmente cómodo con su atuendo. Es simple, pero cree que luce bien, no quiere parecer que ha estado pensando en qué usar desde que entró a su casa, pero tampoco quiere parecer desinteresado porque no quiere dar un mensaje erróneo. Sunghoon debe saber que le gusta, pero no debe saber cuánto le gusta.

Llega al departamento y golpea suavemente la puerta sintiéndose realmente nervioso, supone que es normal, Sunghoon y él han sido amigos hace mucho tiempo, pero es una reacción natural del cuerpo estar nervioso cuando vas a encontrarte con la persona que te gusta y hace que todo tu mundo sea mejor sin importar si llevan cincuenta años conociéndose.

La puerta se abre dejando ver a un Sunghoon acelerado y con las mejillas sonrojadas.

—Llegas a tiempo—le dice haciéndole una seña para que entre.

—¿En serio? Luces como si no hubieras terminado aún.

—No me dejaste terminar—Sunoo sonríe—. Llegas a tiempo para ayudarme a terminar de hornear la lasaña.

—No sabía que sabías hacer lasagna.

—No sé, por eso debes ayudarme—Sunoo ríe ante eso.

—Traje cervezas—dice mostrandolas y dejándolas en la mesa para acercarse a la cocina.

—La metí hace rato y lo puse a la temperatura que dice, lo dejé el tiempo que indica y aún sigue crudo.

—Bueno... la verdad es que no sé cómo hacer eso tampoco—Sunghoon bufa haciendo un tierno puchero que derrite el corazón de Sunoo —, podemos pedir pizza.

—Quería hacer una linda cena para ti y fue un desastre.

—¿No has escuchado que la intención es la que cuenta?—Sunghoon rueda los ojos.

—Quería impresionarte.

Sunoo sonríe sintiendo cómo su corazón brinca dentro de su pecho. Nunca, ni en un millón de años habría podido pensar que cuando a Park Sunghoon le gusta alguien se pondría de un modo tan berrinchudo y tierno cuando algo no le sale bien, siempre lo había visto molesto cuando algo no salía como él deseaba y definitivamente esta versión de su amigo le gusta mucho más.

Se acerca a él abrazándolo por la cintura haciendo que lo mire con esos ojos de cachorro regañado que tanto le gustaban.

—Lo estás haciendo, no necesito una cena demasiado romántica, Hoonie, ya me tienes en tus manos.

—Bueno, nunca está de más enamorarte más—Kim sonríe.

—Yo sé cómo puedes enamorarme más—susurra mordiendo suavemente su labio y casi puede escuchar al más alto tragando saliva.

—¿Cómo?—pregunta en voz baja.

—Dame un beso y dime lo mucho que te gusto, eso me hace más feliz que la lasagna—Sunghoon ríe suave y se acerca a él.

—Puedo hacer eso, es bastante fácil enamorarte entonces, joven Kim.

—Ese truco sólo sirve contigo, así que no te preocupes—responde.

—En verdad estoy enamorado de ti, Sunoo, ¿qué fue lo que me hiciste?—le dice cerca de sus labios.

Sunoo finge pensarlo un momento: —Hice exactamente lo que tú hiciste conmigo.

Park sonríe antes de besarlo.

En serio, ¿qué fue lo que se hicieron?

All the lies || SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora