All the lies || Sungsun

21

Está demasiado nervioso, no quiere salir de su casa porque no quiere encontrarse con Sunghoon, no por nada malo, en realidad sólo se siente un poco avergonzado.

Es por eso que sale de su casa mucho más temprano de lo que normalmente lo hace y eso le asegura no encontrarse con su amigo, lo verá en el campus de la Universidad, pero al menos no estará con él a solas en algún pasillo del edificio.

Está también preocupado, no sabe si Sunghoon pueda recordarlo, estaba demasiado ebrio cuando se confesó y aunque ahora su corazón esté saltando de alegría al saber que no fue el único que se enamoró, sí está asustado, ni él ni Sunghoon son personas de relaciones, aunque tampoco está pensando en una relación, quizás él y Sunghoon pudieran ser como lo que él tenía con Eunwoo o Sunghoon con Eunha.

Cuando llega a la Universidad lo primero que hace es dirigirse a la biblioteca, quiere incluso evitar a Wonho porque es seguro que él lo detendrá y le dirá que afronte la realidad, y él no está muy preparado para ello, pero no da un paso dentro de la biblioteca cuando siente unas manos tomarlo de la cintura, gira un poco el rostro encontrándose con Wonho.

—¿A qué vas a la biblioteca?

—Hola, Won, ¿cómo estás hoy? Yo desperté excelente, ¿tienes hambre? Escuché que en la cafetería hoy hicieron comida italiana, deberías ir a probarla.

Wonho entrecierra los ojos y Sunoo gira en su propio eje.

—¿Y ahora de qué te escondes?

—¿Quién? ¿Yo? ¡Ay no, nada de eso! En realidad, voy a estudiar, porque hace bastante que no lo hago.

—Eres muy malo actuando.

—No es actuación—Wonho lo mira fijamente y Sunoo suspira—. Sunghoon ayer fue a mi departamento y dijimos algo, no me arrepiento ni nada, sólo no sé si pueda decirlo cuando él esté sobrio.

Wonho ríe asintiendo.

—Entiendo, pero debes ser valiente, Kim Sunoo . Además, puede que ni se acuerde, porque dijiste que estaba ebrio.

Sunoo rueda los ojos, pero sabe que tiene razón y justo en ese momento, su celular suena indicándole que ha llegado un mensaje.

Siente su corazón acelerarse y su garganta se seca.

—No puede ser—jadea y mira a su amigo frente a él—, sí lo recuerda.

Wonho vuelve a reír y le sacude el cabello: —Fighting.

Sunoo lo mira feo mirando a todos lados esperando no encontrarse con Sunghoon, aún no.

—Por favor, déjame esconderme—le pide

—No.

—Es que ayer le dije que si se acordaba iba a besarlo en medio del campus, y lo recuerda.

—Si lo piensas, es bueno, ya dejarás de esconderte y estar alejado de tus amigos, además de que tus sentimientos serán libres.

—¿Estás diciendo que estás harto de mí y quieres que ya me vaya con mis amigos?—Wonho ríe.

—No, no dije eso.

—Así se escuchó.

—Pero no lo dije así. Sunoo, se nota de lejos lo mucho que los extrañas, ellos son tus mejores amigos, no hablarles no creo que sea fácil para ti.

—Tienes razón, pero no significa que vas a librarte de mí.

—No lo quiero, me agradas mucho.

—Y tú a mí.

—Ahora, creo que deberías ir a encontrarte con tu chico.

—No es mi chico.

—Aún—Sunoo bufa y muerde su labio.

Bien. Lo hará ahora.

—Échame porras.

—Ya lo había hecho, pero está bien, fighting!

Sunoo suspira y se aleja de Wonho caminando indeciso al campus central de la Universidad, cuando sale del edificio ve a sus amigos donde comúnmente estaban y siente la mirada de los cinco en él. Va a desmayarse, siente sus piernas frágiles y de pronto le dieron náuseas, entonces mira a Sunghoon caminando frente a él y sus nervios aumentan diez veces más.

Él no lo ha visto y Sunoo piensa que aún puede huir o fingir que él tampoco lo vio, pero sus miradas se encuentran y Sunghoon se detiene, se siente como si estuviera en un dorama con demasiado drama para una sola persona, pero la cosa es que no es ficción, es él y Sunghoon teniendo una parte de su vida como de novela y aunque le gusta también lo odia.

Cuando ve a Sunghoon caminar hacia él también, ha dejado de respirar, sus piernas caminan automáticamente y sólo piensa en si debe decir algo o sólo besarlo.

¡Oh Dios!, se va a desmayar.

Su cerebro toma una decisión rápida sin siquiera él darse completa cuenta, porque cuando está finalmente frente a Sunghoon, sólo lo toma del cuello y lo besa.

Simple.

Siente la sonrisa de Sunghoon sobre sus labios y sus manos sobre su cintura.

No hay nada de fondo, siente como si sólo fueran él y Sunghoon en medio de la escena que todos estaban esperando, aunque quizás sólo ellos lo esperaron, pero da igual, porque finalmente está besando a Sunghoon y ellos ahora saben –más o menos– lo que sienten por el otro.

Cuando se separan, se miran a los ojos con sonrisas en el rostro y sus corazones latiendo acelerados.

—Anoche sí anoté lo que dijiste—dice en voz baja y Sunoo no puede evitar reír—, pero también recordaba un poco. Si soy sincero, habría creído que fue un sueño si no lo hubiera escrito en el refrigerador.

—Eres un idiota.

—Lo sé.