Las apuestas nunca son una buena idea, pero son jóvenes y estúpidos.
No importa la forma en que quieran verlo, intentar conquistar a su mejor amigo no suena bien en ningún sentido.
Aunque ya hemos establecido que son jóvenes y estúpidos.
″-Promete q...
Sunoo sale más temprano de su casa como de costumbre, quiere llegar rápido a la Universidad y dejarle la nota diaria a Sunghoon, también quiere comprar un café para él porque sabe que le gusta, pero no suele comprar porque aunque lo niega, está mal
económicamente y no tiene lo suficiente para darse esos "lujos" y aunque él no derrocha dinero, sí tiene para regalarle un café a su amigo.
-Hola-saluda a la chica de la cafetería.
-Hola-responde con un suave acento alemán-, ¿qué vas a ordenar?
-Un café latte y un té de matcha, por favor.
-Claro, ¿es todo?
Sunoo mira los diferentes tipos de pasteles que hay, no está seguro de querer uno, pero entonces vio un pastel de frutos rojos que aunque no era su favorito, recuerda cuando él y Sunghoon pelearon por algo tan estúpido que ni siquiera recuerda qué era, pero Sunghoon llegó a su departamento con una rebanada de ese pastel y lo comieron juntos, después Sunghoon lo abrazó y se quedaron dormidos así.
-No, quiero una rebanada de ese pastel de frutos rojos, por favor.
La chica asiente y lo anota en su pantalla.
-¿A qué nombre es el café, quieres leche entera o de otra?
-Con leche entera y al café no le pongas nombre, el té va a nombre de Sunoo. -Vale. En un momento te lo entrego.
-Sí, gracias.
Se va a sentar a un sillón cerca de donde entregan para escuchar, saca su celular y ve que Sunghoon ya le ha respondido sus mensajes.
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Muerde su labio cuando lee ese "me gustas". De acuerdo, eso aún era extraño y se sentía raro, pero Sunghoon sólo estaba en su papel de chico conquistador y él está haciendo lo mismo. Nunca antes había mandado mensajes de buenos días, ni corazones -bueno, Jungwon y Jake definitivamente no valen-, tampoco había comprado el desayuno para alguien -de nuevo, ellos dos no entran aquí- y se había levantado demasiado temprano sólo para complacer a Sunghoon.
Está orgulloso de ambos, porque están dando lo mejor de sí mismos para ganar y eso le gusta.
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Llega a la Universidad media hora antes de la primer clase y se dirige al casillero de Sunghoon donde deja una pequeña nota de color crema y regresa al patio, exactamente a un gran árbol que está un poco alejado del edificio donde sus amigos suelen estar y se sienta par esperarlos.
Cinco minutos después, Park Sunghoon entra en su campo de visión y se sorprende, porque Park no es de esas personas que llegan con mucha anticipación a un lugar, lo más temprano que ha llegado son cinco minutos antes de la primer clase.
