All the lies || Sungsun

05

Lunes. Día 1.

El fin de semana pasó rápido y en serio que Sunoo desea quedarse a dormir más tiempo, así que se vuelve a acomodar en la cama dispuesto a ignorar sus responsabilidades cuando recuerda que no va muy bien en una clase de su especialidad y aunque ama su cama junto con sus sábanas, necesita levantarse e ir a la Universidad.

Se viste demasiado casual, unos pantalones de mezclilla negros, una playera blanca con una chamarra de mezclilla, unas botas de militar y una gorra blanca porque no quiere maquillarse.

Sí, Sunoo no tiene ningún problema con aceptar que se maquilla y es amante de los cosméticos, él no tenía la masculinidad frágil de algunos.

Pero sí, no iba a maquillarse, estaba cansado y la pereza estaba por cada rincón de su cuerpo.

Se dirige a la cocina cuando ya ha terminado de vestirse y toma una botella de agua y sale de su departamento.

Cuando llega a la Universidad le da un trago a su agua y frunce sus labios cuando su estómago cruje de hambre. Si es totalmente sincero, no suele recordar su horario de comida o a veces simplemente lo ignora porque odia que su cuerpo no sea como el de Jungwon o Jay, ellos son demasiado delgados y comen como si no hubiera un mañana, pero él no puede hacer eso, porque si come de más, la grasa se aloja en sus muslos y un poco en su rostro, odiaba no poder ser delgado.

Visualiza a Jay y Ni-ki en una mesa y se acerca. Tiene diez minutos antes de que empiece su primer clase.

—Hola—saluda sentándose a un lado de Ni-ki.

—Wow, qué cara—dice Jung mirándolo.

—Odio la Universidad, odio los lunes, odio la vida.

—I feel you, bro—murmura Jay.

—Ya, pero piensen en que hemos sido bendecidos con un día más de vida y estamos sanos, eso es lo importante.

—Odio también cuando Ni-ki quiere darme inspiración porque sólo me da ganas de darle un puñetazo.

Jay ríe asintiendo, Ni-ki bufa y se acomoda en su asiento.

Su estómago vuelve a crujir y da un trago a su agua. No sabe dónde, pero leyó que cuando tuvieras hambre podrías tomar agua para calmar la sensación y no sabe qué tan bueno es eso, pero no le importa porque sí ha adelgazado. Es decir, no tiene un problema de alimentación, sólo quiere llegar a su peso ideal y luego hará alguna dieta nutritiva que no le haga subir diez kilos la primer semana.

Salta en su lugar cuando un brazo pasa por encima de él dejando un recipiente de plástico en la mesa, alza la mirada encontrándose con Sunghoon.

—Buenos días, Sunnie—saluda y Jay en serio quiere reírse.

—Buenos días.

—Te traje esto para que desayunes—le dice haciendo que Sunoo frunza el ceño. —¿Por qué?

—Hoy empieza la apuesta—responde Ni-ki y Sunoo lo mira.

Joder. Lo olvidó.

—Ah, cierto—murmura y siente a Sunghoon sentarse a su lado.

Sunoo lo mira y suelta un suspiro.

¿Es mala idea si se niega en ese momento en el que Sunghoon ha empezado a actuar?

—Escucha, debes actuar como lo haces con las demás personas que te han gustado, no intentes cosas nuevas sólo porque quieres ganar.

—Esa no era una regla. Quien se enamore pierde. Además, hay un dicho que dice que en la guerra y en el amor todo se vale. Nosotros estamos en una guerra de amor—Sunoo se ríe suavemente y niega.

—Qué estúpido.

—Este estúpido va a enamorarte.

—Ni en tus sueños más salvajes—guiña un ojo y se levanta con el recipiente en sus manos—. Gracias por esto, te irás al cielo con todo y zapatos.

Se aleja de la mesa escuchando la risa de Jay y suelta el aire retenido.

Bien. Necesita un plan porque no puede dejar que Sunghoon sea el único con un as bajo la manga. Park debe ser quien se enamore, no él y no va a arriesgarse a perder. Ya varias veces ha tenido que olvidar su dignidad después de decir "nunca", pero quiere que esta vez sea diferente. No quiere enamorarse de Sunghoon y tampoco quiere que Sunghoon se enamore de él pero dado a que su amigo está esforzándose para enredarlo entonces él también lo hará y si alguien tiene que tener el corazón roto por no ser correspondido sabe de antemano que no será él.