Parte 4: ¿Cuánto costaba?

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    Ya en el día de la celebrazión

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    Ya en el día de la celebrazión. En la mañana, William estaba bien despierto. Era un hombre que no le gustaba malgastar su tiempo. Se levantaba temprano para mandar a sus hombres a trabajar en los campos. Grandes campos que compró a los lugareños probres ofrenciendole grandes sumas de monedas obtenidas por sus ganancias. En invierno la producción era escasa, pero ya en primavera y verano, los campos de William era dorados por el cultivo de maíz que prodcía, junto a las calabazas y tomate.

   Pero esta vez William decidió despertar temprano más motivado por la celebración de su hija. A esta fiesta venían personas importantes, nada podía faltar. La celebración sería una gran oportunidad para aumentar su popularidad en la zona, con la popularidad sus clientes, con los clientes, las monedas.

   Luego de arreglar algunas cosas, comida y mesas, además del cuidado de las limpieza, claro, esto fue hecho no con sus propias manos, sino con la de sus sirvientes, William actúa un poco raro. Se dirige hacia un pasillo casi ocuro y siniestro que se encontraba cerca del salón, pero que era ocultado por hermosas cortinas. En el fondo de este pasillo había una puerta blanca, ancha y de madera de cedro, esto se notaba por los tonos rojizos que conservaba. William abre la puerta con cuidado, como si no quisiera despertar a nadie.

   Dentro de la habitación, para maravilla era muy diferente a su entrada. La habitacion era semejante a un almacén de comida, muy pequeño y cuadrado, pero contenía colores muy leves y claros que se podían notar y no eran tan horribles. El cuarto tiene una ventana abierta que da vista a los campos de cosecha, y al viejo granero. Al lado izquiero de la ventana había una cómoda con un espejo cubierto con una sábana blanca, casi amarillenta. Ha saber cuanto tiempo tenía. Pero lo más vistoso en la pequeña habitación era un cama muy grande, que ocultaba algo dentro, algo que movía las cobijas.

   William se acerca, y arrodillandose al borde de la cama, habla- Mary, soy yo William-

   Esa habitación, era el lugar de Mary, la madre de Anne. Quién sufría por su enfermedad. Aún así hay algo curioso en esto. Cuando las criadas entraban al cuarto de Anne a limpiar o ayudar a la señora, siempre utilizaban un pañuelo que cubría su boca. Al contrario de esto William no le tenía miedo, y se acercaba sin cubrirse su nariz, a pesar de que muchas veces sus sirvientas le pedían cubrirse con el pañuelo. Pero, ¿quién iría contra William en esa casa?

   Mary se arrecuesta a una esquina suavemente. Con voz un poco frágil- William, ¿qué te han dicho del pañuelo? No debes... -tose-

   William la ayuda a clamarse dandole un poco de agua, que siempre Mary ttenía a las orillas de su cama. William- Más debes cuidarte tú, Mary. No me cuidare de una simple gripe- Mary trata de reprocharlo, pero el no la deja hablar- Vine para recordarte que hoy es la celebración por los 18 años de Anne. Nos espera una visita muy importante. Sera mejor que te quedes en tu cuarto Anne. No permitire que se burlen de ti o te sientan pena-

   Mary, se le acerca, aun así no acerca mucho su cara. Gira ligeramente su nariz hacia su almhoada. Mary con voz debil- William, cálmate...- Lo coge de la mano- Se que aprovechas toda oportunidad para obtener riquezas, pero ellas no te salvarñan de la muerte-

Anne BonnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora