🃜🃚🃖🃁🂭🂺
El ruido del casino estaba en aumento. Al igual que todas las apuestas que había en aquel lugar, podía escuchar las voces de los jugadores, risas fuertes.
Especialmente esa voz, su voz, lograba resaltar entre todos los demás.
¿Quién era? Un muchacho alto de piernas largas, sentado elegantemente en el regaso de un Overlord, Valentino, siempre con la misma sonrisa egocéntrica y unos lentes cubriendo su rostro, pero su vista solo podía concentrarse en su acompañante.
Lo había visto antes, claro, probablemente detrás de Valentino en cada fiesta que había, siempre detrás de él como una sombra, hablaba cuando se le pedía y reía por puro compromiso. No le agradaba estar en aquel lugar, se le percibía a lo lejos, pero ahí seguía como un bonito accesorio del otro Overlord.
Mientras el tiempo avanzaba sus miradas chocaron, era difícil quitarle la vista a alguien como él, como si estuviera fabricado para llamar la atención, para que lo vean, el overlord a su lado pareció darse cuenta de ello porque se retiró de la mesa en la que estaba mientras tomaba una pequeña copa entre sus manos, caminando hacía su dirección.
Soltó un pequeño suspiro, Valentino tenía un afán de armar problemas donde no lo habían.
— Mi viejo amigo, un gusto verte de nuevo, Husk. — falso, era un completo hipócrita de pies a cabeza.
Pero no podía culparlo, era el infierno después de todo, no se hizo de su lugar siendo amable y dándole cumplidos a los demás.
Sonrió por pura cortesía, mostrando una hilera de dientes perfecta. Lo quería lejos lo más pronto posible — Valentino. — casi sonó con desprecio — Un gusto tenerte por aquí de vuelta ¿a qué debo el saludo tan cordial?
Claro que no se le había acercado por nada, Valentino no era el tipo de personas con las que podías mantener una conversación civilizada, tarde o temprano algo o alguien saldría volando o en el peor de los casos muerto.
Su sonrisa se extendió — Vi que estabas observando a una de mis mejores estrellas con bastante atención. — se giró hacia el chico que seguía inmóvil detrás de ellos — Angel.
Angel, ese era su nombre, como si de uno de verdad se tratase.
El muchacho se acercó hasta estar lo suficientemente cerca de ambos, mostrando una sonrisa. — Buenas noches, señor, soy Angel Dust, es un placer conocerlo. — parecía que lo tuviera memorizado para decirlo a cada persona que Valentino le presentara porque en cuanto giró, su rostro volvió a ser igual de neutro que antes.
Husk asintió con la cabeza en forma de saludo y el chico pareció estar conforme con ello. Valentino lo miraba con atención, parecía que esperaba alguna reacción, pero Husk no tenía tiempo para los celos de preparatoria del Overlord frente suyo.
— Fue encantador cruzarme con ambos, pero si me disculpan tengo asuntos importantes. — informo, pero en cuanto trato de escapar del lugar escucho como Valentino volvía a pronunciar su nombre.
Husk, había un tono de malicia en su voz.
— Creí que siempre te ha gustado un buen juego. ¿No quieres apostar? — su voz sonaba arrogante, como si tuviera la certeza de que iba a ganar, como si tan solo la idea de eso fuera posible.
Giró nuevamente hacia donde estaba Valentino y su acompañante, miró al Overlord frente suyo.
¿Realmente creía que podía venir a su propio casino, retarlo a una apuesta y ganar?
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𝙇𝙞𝙠𝙚 𝙖𝙣 𝘼𝙣𝙜𝙚𝙡 • 𝙃𝙪𝙨𝙠𝙚𝙧𝘿𝙪𝙨𝙩
Random¿Qué podría perder? Apostar con Valentino no le parecía una mala idea, hasta que se encontró pensando más de la cuenta en cierta nueva adquisición que obtuvo tras ganarle una apuesta al otro Overlord. • 𝘏𝘢𝘻𝘣𝘪𝘯 𝘏𝘰𝘵𝘦𝘭 • 𝘈𝘶 𝘏𝘶𝘴𝘬𝘦𝘳𝘋�...