𝘉𝘰𝘶𝘯𝘥𝘦𝘥

2.4K 294 74
                                    

🃜🃚🃖🃁🂭🂺

Se levanto con un fuerte dolor de cabeza, no podia distinguía el lugar, toda la habitación estaba a oscuras, tenía ambas pares de manos atadas a la espalda, intentó levantarse pero un quejido a en su espalda lo hizo entran en alerta.

— Mierda, mi cabeza.

— ¿Vox? — pregunto Angel desconcertando.

— ¿Qué demonios haces aquí? Creí que Alastor había logrado sacarte de casa de Rosie. — le reprochó el demonio de la televisión — ¿Dónde estamos?

— No lo sé, Vox. — respondió rodando los ojos — Es la segunda vez que me secuestran aún no soy experto.

— Sarcasmo ácido. — intento bromear el demonio de la televisión.

Suspiró frustrado, algo había salido mal en toda esa operación, era casi imposible que cualquier persona se metería en la colonia caníbal y posterior a eso a la casa de Rosie.

— ¿Recuerdas que pasó antes de llegar aquí? — pregunto Angel intentando librar sus manos.

— Cuando Alastor y yo llegamos donde Rosie Velvette estaba ahí, estabas en el suelo, Alastor no encontraba a Husk así que yo intenté detenerla. — hizo una pausa antes de continuar — Le lavo el cerebro, sin ti o sin mí ahí solo le quedo Velvette, ella pago los platos rotos.

Angel pudo escuchar el tono lastimero en su voz, a Vox realmente le había afectado tener que enfrentarse a Velvette.

— Alastor no puede sacarnos de aquí si no sabe donde estamos, intenta desatar tus cuerdas.

— Angel.

— Vox, intenta soltarte. — pidió con desesperación — Debemos irnos, nos matarán a ambos.

La mirada del demonio de la televisión estaba clavada en el suelo, no parecía tener reacción alguna, estaba vacío, no tenía nada.

— Peor, nos mantendrán atados a ellos.

El temor y la ansiedad comenzaron a hacer ruido en su cabeza, volvería a estar atado a Valentino. No, preferiría la muerte antes que volver a estar atado a él.

Ambos escucharon un ruido provenir de la parte exterior de la habitación, Valentino, era lo más probable.

Angel comenzó a retroceder cuando la puerta se abrió y pudo distinguir una figura femenina.

— Bienvenida al circo, Velvette ¿No te quieres unir? Estabamos por repartir el té y las galletas. — se burló el demonio de la televisión al ver a la chica en el umbral de la puerta.

Un cuchillo fue lanzado cayo justo al lado de la cabeza de Vox, vio el cuchillo filoso clavarse en la madera, ése era su único boleto de salida.

— Cierra la jodida boca. — amenazo — Recuerda que aún sigues vivo porque así lo quiero.

— Que linda, te preocupas por mi. — dijo antes que Velvette le diera un fuerte golpe en la pantalla — Mierda, dos semanas con Valentino y ya te volviste loca.

Angel estaba inmóvil aún en el suelo no sabía que hacer o como lograr llegar al cuchillo que seguía clavado en el armario, Velvette parecía ignorar su presencia, estaba mucho más concentrada en pelear con Vox.

— Deja de jugar, estoy aquí para proponerte un trato.

El demonio de la televisión tiro su cabeza hacía atras soltando una fuerte carcajada, parecía realmente divertido con aquella extraña situación.

— Primero, muerto.

— Como desees. — la Overlord saco una pistola de su cinturón apuntándole justo en la frente a Vox.

El chico parecía muy confiado en que ella no dispararía, una voz interrumpió toda aquella escena.

Angel sintió su respiración volver a cortarse, sus manos temblaban y tenía muchas ganas de vomitar.

— Oh, Velvette, linda. — Valentino entro a la habitación con uno de sus cigarros en mano — No puedes tratar a nuestros invitados así.

El mundo se había detenido, y lo único que podía ver era a su ex-Overlord frente a él, con la misma sonrisa arrogante de siempre, alguna vez pudo haber sentido amor y alivio cada que aquel par de ojos lo miraban pero ahora solo podía sentir asco.

— Anthony, cariño.

No, no, no.

— Aléjate. — susurro Angel cerrando sus ojos con fuerza al sentir la cercanía de Valentino en su rostro. — ¡Aléjate!

— Sigues siendo un juguete Angel, no por cambiar de dueño dejas de serlo. — una pequeña sonrisa se instalo en sus labios — Aunque no precisamente tienes dueño.

Claro que sabía lo de contrato roto.

— Val, déjalo. — era la voz de Vox, estaba luchando con desatarse de sus propias cuerdas.

— Tranquilo Vox, no tienes que competir por atención, créeme que ambos tendrán lo que merecen. — dijo Valentino con una sonrisa burlona.

Escucho a Velvette reír a las espaldas de Valentino.

— ¿Eres su nueva sombra no es así? — acusó Angel — La persona que siempre va estar atrás de el rogándole atención.

Otro cuchillo fue volando directo a su dirección esquivandolo con suerte — No te atrevas, no somos iguales, soy una Overlord, tú solo eres la mascota de alguien más.

— Dale tiempo Velvette, ahora eres su mano derecha, luego seras su sombra y finalmente acabaras como yo. — una sonrisa de satisfacción creció en su rostro al ver la expresión molesta de la chica — Siendo una mascota.

La pistola que originalmente le apuntaba a Vox ahora estaba en su dirección, entre ceja y ceja.

— Angel ¿Qué haces? — fue un susurro casi inaudible por parte de Vox.

Angel señaló el cuchillo al lado suyo con un rápido movimiento.

— Velvette. — la voz de Valentino resonó en la habitación — Tienes que calmarte.

La chica dio una fuerte pisada en el suelo saliendo de la habitación con el ceño fruncido.

— Cariño, tengo que hablar contigo en privado.

No es como que tuviera opción a negarse.

En lo que Valentino lo sacaba de aquella habitación, Velvette entraba a supervisar a que Vox no pudiera escapar.

Lo estaba llevando a una especie de oficina apartada de la primera habitación, aún no lograba reconocer en donde estaban, Valentino nunca lo había llevado a ese lugar antes y probablemente tendría sus razones.

Lo sentó en una silla frente a su gran y empolvado escritorio.

— Creo que sabes lo que quiero. — le dijo el Overlord abruptamente.

¿Qué si lo sabía? Era su mayor temor desde que logró librarse de él.

— No. — respondió Angel fingiendo inocencia.

Estaba jugando con la paciencia de Valentino, sí, pero necesitaba ganar todo el tiempo que fuera necesario para poder escapar de ahi.

🃜🃚🃖🃁🂭🂺

𝙇𝙞𝙠𝙚 𝙖𝙣 𝘼𝙣𝙜𝙚𝙡 • 𝙃𝙪𝙨𝙠𝙚𝙧𝘿𝙪𝙨𝙩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora