🃜🃚🃖🃁🂭🂺
Bajó al casino con una sonrisa resplandeciente y con un atuendo ajustado, una falda no tan larga para cubrirlo todo, pero tampoco tan corta para que se viera de más, y unas grandes botas para sus largas piernas. Eso era algo que amaba de trabajar en ese lugar, adoraba cómo lograba captar la atención de todo el lugar con algo tan simple como bajar las escaleras.
Al demonio lo que dijera Husk, iba a drogarse y beber como si el infierno se acabase ese mismo día, después de todo, ese era su trabajo, traer gente y verse lindo.
Alguien se le acercó por la espalda — El famoso Angel Dust. — Vox, era difícil confundir su voz con la de alguien más, lo conocía muy bien.
— Tal parece que te dejaron salir de ese manicomio. — Angel se rió abiertamente de su antiguo compañero de trabajo.
Vox solía ser la pareja de Valentino, hubo un tiempo en el que ambos competían por la atención de éste mismo, pero luego de un tiempo se volvieron amigos, Vox lo ayudaba cuando Valentino se enojaba, lo golpeaba bruscamente y Angel lo escuchaba desahogarse sobre lo idiota que podía llegar a ser el otro Overlord, unidos por un mismo error.
Enamorarse de un psicópata.
— Veo que te tienen bien cuidado. — sintió como lo miraba de pies a cabeza, dio una pequeña vuelta para que el demonio de la televisión pudiera verlo mejor y soltó una ligera risa cuando vio que su atención estaba en el anillo que descansaba sobre su mano.
El anillo que le dio Husk.
— Me lo dio mi nuevo carcelario. — técnicamente no mentía, casi. Le mostró su pequeña mano con bastante orgullo, mientras el otro demonio apreciaba el anillo —¿Lindo, verdad?
— Es hermoso, Chéri. — no había tomado en cuenta cuanto había extrañado a Vox, cuando no estaba cerca de Velvette y Valentino era realmente un amor de persona. — Pareces muy feliz en este lugar.
Claro que estaba feliz en ése lugar, cualquier cosa era mejor que estar cerca de Valentino y sus ataques de ira desenfrenada.
— No puedo quejarme, es alcohol, drogas y cualquier cosa que pida gratis, sin contar que mi habitación es enorme.
La cara de sorpresa de su amigo era bastante divertida, pero pareció volver a recomponerse al instante — ¿Esa es una invitación a tu habitación o solo es una idea mía?
Angel sonrió.
— Es una idea tuya, pero podemos subir si así lo deseas. — uso un tono juguetón en su voz y le guiño el ojo al Overlord a su lado.
Tomo su mano y lo jalo a las escaleras que daban a las habitaciones del casino. Pasearon por algunos pasillos hasta que dieron con la habitación de Angel.
La habitación de Angel no estaba muy lejos de la oficina de Husk, de hecho tenía que cruzar frente a ella para luego poder llegar a su habitación, por eso normalmente se tomaba el tiempo de molestar al overlord entrando a su oficina y desordenando algunas cosas del lugar.
Bueno, hasta hoy.
— Ponte cómodo, lo que es mío es tuyo. — se recostó en su cama, dejando al demonio inspeccionar su habitación.
¿Esto contaba como trabajar, verdad? Vox contaba como un cliente.
— Es muy tú estilo. — elogió Vox acercándose a la cama para posteriormente sentarse al lado suyo — Me recuerda un poco a tu habitación en el estudio.
Era verdad, era muy similar a su habitación en el estudio, se seguía aferrando a ciertas cosas.
Se acurrucó contra el overlord al lado suyo, no era nada nuevo, siempre solía hacer eso cuando Vox terminaba de curar sus heridas, solo que se sintió diferente. El demonio de la televisión lo estaba mirando muy de cerca y su rostro se sentía caliente. Estaban muy cerca, uno junto al otro.
Quizás era porque Husk le había hablado mal, quizá era porque una parte suya extrañaba el contacto íntimo que solía tener con Valentino o simplemente necesitaba el cariño que Vox parecía querer darle o tal vez solo necesitaba mandar todo al diablo nuevamente.
Vio como la puerta se abrió de golpe para posteriormente ser jalado con fuerza lejos del demonio de la televisión y para finalmente ser arrastrado hacía otra habitación.
¿Qué demonios? ¿Ahora donde estaba?
Cuando la otra persona por fin soltó su brazo, pudo visualizar todo con más tranquilidad. Era la oficina de Husk.
Oh, estaba en la oficina de Husk, él lo había sacado a la fuerza de su habitación y él lo había traído hasta su oficina. Su rostro se veía intranquilo, estaba enojado, claro que ya lo había visto enojado, pero nunca había sido la causa de su enojo. Siempre parecía cansado, desesperado, hasta incluso harto de su actitud a veces, pero nunca lo había visto enojado con él.
—Y-yo.
Su mirada estaba clavada en el suelo, no quería mirarlo a los ojos, especialmente si estaba enojado. Prefería mil veces ser golpeado que sentir que había hecho algo mal con Husk.
Valentino lo habría hecho, Valentino lo hubiera puesto a trabajar 20 horas seguidas sin descanso tan solo por la idea de acercarse de esa manera a Vox o a cualquier cliente que no fuera a pagar.
— Mira, sabes que puedes hacer lo que quieras y no es de mi problema con quien te acuestes, sólo quería disculparme por hablarte mal. — parecía que el enojo se había ido y solo quedaba un ligero tono de reproche en su voz.
Aunque lo último podría habérselo imaginado, no es mi problema. Esa frase resonaba en su cabeza.
La puerta sonó de nuevo, y sin esperar a que alguien le respondiera Vox entró a la oficina del otro overlord. ¿Realmente quería perder la vida así?
Husk lo jaló detrás suyo, impidiendo que Vox se le acercara, un gruñido salió de sus labios, la energía en la habitación era demasiado fuerte.
¿Qué clase de triángulo amoroso del infierno era ese? Angel ya tenía suficiente.
— Estoy bien. — su voz resonó en el lugar, ambos overlords dejaron de mirarse como si estuvieran a punto de empuñar un arma celestial para matarse — Y si me disculpan, necesito un descanso.
Husk se movió de su camino para dejar que el chico se vaya a su habitación. Vox se había quedado inmóvil en su lugar sin saber qué hacer. Pensaba que el dueño del casino golpearía a su amigo, no estaba acostumbrado a una dinámica que no fuera la de Valentino y sus ataques de ira.
En cuanto Angel dejó la habitación, Vox se dispuso a seguirlo, pero el otro Overlord fue más rápido y se mantuvo detrás de su amigo hasta que entró a su habitación. Vio como un pequeño demonio llegaba y se ponía frente a la puerta, eso era ridículo.
— Vox. — dijo Husk finalmente, acercándose y dirigiendole la palabra al demonio de la televisión — Creo que ya conoces la salida.
— Husk. — saludo de la misma forma para dar media vuelta a la salida, sentía la mirada del Overlord en su espalda hasta que cruzó la salida, suspiró algo aliviado, luego tendría tiempo para hablar con Angel.
Pero ya tenía algo de información a su favor, el Overlord de las apuestas se había fijado en Angel, un simple pecador y antiguo actor de películas para adultos, iba a ser muy divertido chantajearlo con ello.
Información por información, un alma por otra, así trabajan ellos, pisando a los demás para poder ganar, sin importar quién o que sea.
🃜🃚🃖🃁🂭🂺
ESTÁS LEYENDO
𝙇𝙞𝙠𝙚 𝙖𝙣 𝘼𝙣𝙜𝙚𝙡 • 𝙃𝙪𝙨𝙠𝙚𝙧𝘿𝙪𝙨𝙩
Casuale¿Qué podría perder? Apostar con Valentino no le parecía una mala idea, hasta que se encontró pensando más de la cuenta en cierta nueva adquisición que obtuvo tras ganarle una apuesta al otro Overlord. • 𝘏𝘢𝘻𝘣𝘪𝘯 𝘏𝘰𝘵𝘦𝘭 • 𝘈𝘶 𝘏𝘶𝘴𝘬𝘦𝘳𝘋�...