𝘌𝘹𝘵𝘳𝘢

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— ¡Angel! — grito Husk paseándose por uno de los largos pasillos del casino.

Llevaba un par de minutos buscándolo y no lograba dar con su paradero.

Al cabo de un rato lo pudo encontrar, estaba sentado en la mesa del bar, coqueteandole al barman por un trago.

Se acercó justo hasta donde estaba Angel y el demonio que atendía, no recordaba bien su nombre pero lo vio palidecer en cuanto noto su presencia.

— Huuussk. — dijo Angel alargando la última sílaba de su nombre.

Estaba borracho, tenía sentido que haya recurrido a coquetearle al chico para que le siguiera dando alcohol.

— ¿Angel, cuánto tomaste? — pregunto Husk con un tono divertido en su voz.

— Sh, nada-a. — sus palabras salían atropelladas una tras otra.

— Okay princesa, es hora de dormir.

Pudo escuchar una larga queja de que no tenía sueño y que quería seguir tomando pero Husk simplemente lo alzó en brazos y lo llevo hasta su habitación, acostandolo en su cama.

— ¡Buuu! Esto at-tenta contra mi. — se quedó en silencio unos segundos pensando en como terminar su oración — Contra mi persona.

— Angel—

— No me digas Angel. — se quejó nuevamente el chico.

— ¿Cómo quieres que te llame princesa? — se burlo Husk

— Me gusta cuando m-me dices asi. — sonrio Angel — Cherry recuerda que me llamaste así una vez y siempre me molesta con eso.

Vio como Angel se reía de sus propias palabras, parecía esforzarse por recordar las cosas.

— ¿Después de que te sacará de la torre de los Vees? — pregunto Husk tratando de hacer memoria.

— Hhm. Llámame Anthony.

Anthony.

Husk quedo en silencio por unos minutos viéndolo directo a los ojos, reconocía el nombre, era el que había estado en su anterior contrato, Anthony.

— Anthony, che bel nome.

— Adoro cuando hablas así, ni siquiera logro entender lo que dices pero me gusta.

Ambos comenzaron a reír, amaba compartir esos momentos con Angel, siempre era un espectáculo con él, algo nuevo que aprender.

— Es italiano, Amore.

— Italiano ¿Recuerdas hablar italiano? — pregunto Angel.

— ¿Crees que no recuerdo nada? — Husk lo miro con una ceja enarcada.

El chico dudo por unos minutos, luchando con su propia mente, probablemente de lo borracho que estaba.

— ¿No? — sonaba inocente — No sé, no me importa realmente, sigues aquí ¿no?

Una sonrisa se expandió por el rostro del Overlord, la calida sensación creciendo en su pecho, siempre se sentía asi cuando Angel estaba con él.

— Sigo aquí. — dijo mientras dejaba un pequeño beso en su frente — El que no seguirá aquí sera el barman si sigue dándote alcohol cuando le coqueteas.

Angel soltó una fuerte carcajada, levanto uno de sus brazos en dirección a Husk que seguía mirándolo parado en frente de la cama.

— No culpes a Travis, ven, acuéstate conmigo. — se quejo Angel.

Ni siquiera recordaba que el trabajador del bar se llamaba Travis, que disgusto, tiene sentido no haber recordado un nombre como ese.

— Literalmente o-?

— ¡Husk! — chillo Angel cuando logro comprender el doble sentido de su oración.

— ¡Estaba bromeando! — se rió Husk.

Ambos quedaron acostados uno al lado del otro, un pacífico silencio en la habitación.

— ¿Husk? — comenzó Angel.

— ¿Sí?

— Quiero panqueques.

El Overlord solto un suspiro resignado.

— Vamos por panqueques.




𝙇𝙞𝙠𝙚 𝙖𝙣 𝘼𝙣𝙜𝙚𝙡 • 𝙃𝙪𝙨𝙠𝙚𝙧𝘿𝙪𝙨𝙩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora