𝙇𝙞𝙠𝙚 𝙖𝙣 𝘼𝙣𝙜𝙚𝙡 • 𝙃𝙪𝙨𝙠𝙚𝙧𝘿𝙪𝙨𝙩

𝘋𝘪𝘴𝘵𝘳𝘢𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯𝘴

🃜🃚🃖🃁🂭🂺

Un fuerte golpe impactó en su mejilla, no esperaba que la reunión con el demonio de la televisión acabara en una pelea, reconocía que ambos habían perdido la compostura, pero no era su culpa, era la de Vox.

El demonio de la televisión había llegado con Alastor en una pequeña discusión sobre su reciente trabajador. Todo comenzó por un antiguo afiche de Angel, de cuando trabajaba con Valentino, promocionando alguna película para adultos de temporada.

A palabras de Vox "Angel no era más que la mascota de Valentino".

No tenía derecho de hablar como lo hacía de Angel para luego fingir ser su amigo como si nada. Husk definitivamente estaba harto de ver ese estupido rostro cuadrado rondar por su casino.

— Oh no, parece que el Overlord de las apuestas va perdiendo. — se burló Alastor. 

Husk soltó un gruñido en su dirección — Se supone que estás de mi lado. 

Vio al demonio de la radio reírse al lado suyo, bastardo. 

— Lo estoy, mi querido Husker, pero me gusta ser un buen comentarista. 

Y fue señal para que Vox volviera a darle un fuerte golpe, pero está vez Husk lo esquivó, y le devolvió el puñetazo. 

— Mierda, Husk. — Vox se quejó cubriendo lo que se suponía era su nariz. 

Era una pelea infantil, lo sabía, pero no podía evitar esa sensación de incomodidad cuando hablaba mal de Ángel. No se lo permitiría.

— Ding, ding, ding, tenemos un ganador. El gran Husker golpea con fuerza y deja mal herido a su oponente. —informó Alastor con una sonrisa burlesca en sus labios. 

Todos estaban en la oficina de Husk en el casino, Alastor llegó de pura sorpresa, o eso decía, estaba ahí para vigilar a Vox sin ser tan obvio, cualquiera diría que el demonio de la radio estaba celoso de la cercanía de Vox con Angel, pero esas solo eran ideas suyas. 

— Suficiente. — Ahora era Husk el que estaba hablando — Se supone que era una reunión de trabajo. ¿Por qué los dos están aquí?

— Oh Husk, creí que ya te habías acostumbrado a vernos como un paquete, donde esté yo estará Al. 

— Difiero en aquella información. 

— ¿Qué? 

Dios, no estaba para su extraña pelea de pareja de nuevo, desde que Alastor se enteró de la nueva cercanía de Vox, habían estado actuando más raro de lo usual. No tenía tiempo para ello. 

— Voy a interrumpir su pelea de pareja o lo que sea que esté pasando, tengo cosas más importantes que hacer que verlos pelear por tonterías. — dijo Husk rodando los ojos al terminar la oración. 

— ¿Cómo qué? ¿Ir detrás de tu nuevo trabajador? Por favor, Husk. 

Ahí estaba de nuevo, iba a volver a golpearlo si no fuera por el ruido de la puerta abriéndose y la figura estática de Angel tras ver a tres Overlords en el mismo lugar. 

— Perdón. — dio media vuelta lo más rápido que pudo, pero fue alcanzador por el demonio de la radio.

— ¿Angel, verdad? únete, ciertamente estábamos hablando de ti, no todos los días ganas a una estrella en una apuesta. 

— Alastor, no—

— No te preocupes, Husker, no le diré nada de tu pequeño enamoramiento secreto, oh. — vio la sonrisa en los labios del Overlord, idiota.