𝘌𝘹𝘵𝘳𝘢 𝘐𝘐

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🃜🃚🃖🃁🂭🂺
(Este extra ocurre entre el capítulo de Freedom y Innocent or guilty)

— ¿Era él? — preguntó Stolas emocionado, apenas entró a la oficina de Husk. 
 
Se había tomado la libertad de visitarlo después de la noche tan desastrosa que ambos habían compartido, Husk era un perfecto compañero de corazones rotos. 
 
— Era él. — respondió Husk soltando un suspiro. 
 
No tenía ganas de hablar de Angel, mucho menos de pensar en él o en la extraña situación en la que estaban. 
 
— No tienes un buen semblante. — escucho a Stolas decir — ¿Ocurrió algo?
 
Volvió a suspirar pesadamente mientras apoyaba su cabeza sobre el escritorio.
— Parece que no está encantado con la idea de que tú estés por aquí. 
 
Stolas frunció el ceño sin entender por completo a lo que su amigo se refería.
 
— ¿Mi presencia le incomoda? — volvió a preguntar — ¡Pero yo nunca había—! ¡Ni siquiera lo conozco! 
 
— Stolas. — lo interrumpió con una sonrisa en sus labios, la situación le parecía absurdamente cómica. — Baja la voz. 
 
— ¿Cómo me pides que esté tranquilo y baje la voz? — reclamó el príncipe. — ¿Por qué estás sonriendo? 
 
— No tengo idea. — respondió honestamente el Overlord antes de comenzar a reír. 
 
Quizás era el sueño, o el que estaba tan cansado de toda aquella estúpida situación de Angel celoso de Stolas, simplemente tenías ganas de reír y eso estaba haciendo, lo que no había tomado en cuenta eran las lágrimas cayendo por sus mejillas junto a la expresión preocupada de Stolas frente a él. 
 
— Husk...—
 
— Lo intentó. — Finalmente se rompió — Trato de que se sienta cómodo aquí, que nadie lo lastime, que tenga todo lo que él necesita, lo estoy intentando, Stolas — se detuvo — ¿Qué es lo que me falta?
 
¿Qué le faltaba? Esa era la pregunta que más atormentaba su cabeza, sabía que Angel no era alguien fácil de manejar, sobre todo sentimentalmente, pero no podía dejar que el chico hiciera lo que quisiera con él. 
 
Lo trataba bien y luego lo ignoraba, se ponía a coquetearle a los demás miembros del casino y luego le hacía una escena de celos, se sentía tan mareado con todo lo que se tratara de Angel.
 
— Husk, no te falta nada. — dijo Stolas, su mirada reflejaba un sentimiento diferente, él había pasado por lo mismo — Solo, no puedes obligarlo a quedarse si no es lo que él quiere. Husk, yo aprendí a la mala que si esa persona te quiere a ti, contigo se va a quedar.
 
— Pero—
 
—¿ Recuerdas?—lo interrumpió — ¿Recuerdas lo que me dijiste ayer mientras lloraba? ¿Lo recuerdas?
 
Lo recordaba. 
 
— A veces solo hay que soltar. — repitió Husk, justo como la noche anterior. 
 
¿Eso era lo que tenía que hacer? ¿Soltar la correa invisible que existía entre los dos? 
 
— Solo está asustado. — volvió a hablar Stolas — Eres un Overlord después de todo. 
 
Stolas tenía razón, Angel nunca se sentiría seguro allí, no si no era su propia persona, tenía que dejarlo irse, darle la opción a elegir, darle su propia libertad. 
 
La puerta abriéndose, los sacó a ambos de su conversación. 
 
— Uh, Señor Husk. — dijo el pequeño demonio casi en un susurro mientras hacía señas con sus manos — Venga. 
 
Ambos se dirigieron a la puerta que conectaba a las escaleras del casino, topándose con un muy dormido Angel sobre estas mismas. 
 
— Pff. — se escuchó por parte de Stolas aguantando las ganas de reír — Creo que es hora de irme, tienen mucho de que hablar. 
 
Fue lo último que dijo el príncipe antes de comenzar a caminar nuevamente hacia la salida. 
 
— Stolas. — Lo llamó el Overlord. 
 
— ¿Hhm—? 
 
— Gracias. — su voz sonaba sincera, y mantenía una sonrisa firme en los labios. 
 
— A ti. 
 
Vio cómo era dirigido hacia el casino por el pequeño demonio que anteriormente había interrumpido en su oficina, su mirada volvió hacia el chico que estaba plácidamente dormido en las escaleras. 
 
Soltó un suspiro antes de hablar — ¿Qué has hecho conmigo? 

ೀ⋆。📍

— ¡Hola! ¿Puedes avisarle a Husk que estoy aquí? — dijo amablemente Stolas al pequeño demonio frente a él. 
 
Husk no había respondido a sus mensajes y temía que su amigo estuviera en un coma etílico o colgado en alguna habitación del gran casino. 
 
Esperó un par de minutos antes de que el diablillo volviera a aparecer por las mismas escaleras por las cuales se fue. 
 
— En un momento lo verá, señor. — informo.  
 
— ¿Está todo bien? — pregunto Stolas con preocupación. 
 
Las mejillas del pequeño demonio se tiñeron de rosa. 
 
— Me parece que el señor Husk está ocupado con el joven Dust. — respondió finalmente. 
 
Stolas pareció entender al instante toda la situación, en cuanto el diablillo volvió a sus labores no pudo evitar soltar una fuerte carcajada, se paró del sillón en que se había recostado y se dirigió a la salida, luego tendría tiempo de hablar con Husk, por ahora iba a dejarlo disfrutar.

 
 🃜🃚🃖🃁🂭🂺

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𝙇𝙞𝙠𝙚 𝙖𝙣 𝘼𝙣𝙜𝙚𝙡 • 𝙃𝙪𝙨𝙠𝙚𝙧𝘿𝙪𝙨𝙩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora