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"En la penumbra de mis pensamientos inciertos, se entreteje un susurro, un misterio abierto. En el lenguaje de mi corazón confuso, se fragua un dilema, un amor difuso.
Entre sombras danzantes de incertidumbre, mi alma se pierde en esta danza que zozobra. ¿Es amor lo que late con fuerza en mi pecho, o un capricho efímero, un deseo deshecho?
Mis versos se enredan en esta confusión, un lienzo de sentimientos en rebelión. En el laberinto de tus ojos me pierdo, sin comprender si es amor lo que hierve o es un misterio.
A veces, el corazón es un enigma intrépido, tejiendo susurros de un amor incomprensible. Quizás sea un sueño, un reflejo fugaz, o tal vez, un amor que aún no tiene paz."
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Alastor no tenía idea de cuáles eran sus pensamientos respecto a Luci, había dejado que pasaran las cosas sin tomarle atención a sus propias acciones, pero ahora, que la noche había tomado posesión de todas las calles, iluminando tenuemente y, que su luz daba con la ventana de Alastor, siendo lo único que ilumina, por fin Alastor tuvo un poco de tiempo de pensar, el alfa se encontraba acostado en su cama, con su típica sonrisa pero pensando sobre bastantes cosas, una de esas, sus sentimientos.
Se suponía qué, todo era un plan, que todo lo había iniciado como un plan, con un objetivo en claro, además de que las cadenas de Lilith lo soltaran, también dominar el infierno, y el hecho que ahora mismo apareciera Lilith le daría mucha más facilidad a su trabajo pues, podría utilizar a Lucifer para que manipulara a Lilith, pero apesar que su plan estaba yendo acorde lo que él necesitaba, no se sentía satisfecho.
¿Qué era aquello que tanto anhelaba y lo hacía pensar?, ¿Por qué?, ¿Por qué lo necesitaba? Se sentía como un ave, pero no un ave libre, no como esos aves que se pueden dar el lujo de volar y vivir, se sentía como un ave doméstica, de esos que los mantienen en una pequeña jaula, sin poder volar, como si quisieran que olvidaran cómo volar, así se sentía.
Atrapado.
Atrapado en unas cadenas que no le daban escapatoria, en unas cadenas que lo mantenían inmóvil, se sentía inservible, limitado. Pero, desde que aquél ángel llegó a su vida, no de forma hostil, si no, romántica, se pudo sentir más libre, más liberado, dejando ver una parte que ni él mismo conocía, no diría que directamente dejándose ver cómo es realmente, por que faltaría muchos años para eso, pero aunquue sea, aquél angelito, era el primero en ver aunque sea una diminutiva parte de él, aunque, con la llegada de Lilith, sentía que esa "felicidad" se la arrancaron, como si hubiesen tomado su corazón y lo hubiesen arrancado cruelmente fuera de su cuerpo, desconectando todos sus nervios como si fuera una ciudad quedándose sin luz, olvidando sus sentimientos y apagando cada uno de sus sentidos, emociones y humanidad, y que el único sentido que le quedaba, la vista, antes de irse hubiese visto una risa burlona de cierta chica, antes de estrujar fuertemente su corazón enfrente suyo.
