14-Culpa.

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"En el lienzo del amor, tracé sombras torpes,heridas que brotaron de mis torpes tropiezos

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"En el lienzo del amor, tracé sombras torpes,
heridas que brotaron de mis torpes tropiezos.
A ti, mi ser amado, en humildes versos me confieso,
por el daño causado, te imploro, mi dulce exceso.

Mis palabras, como espinas, hirieron tu ternura,
dañé con imprudencia la esencia de tu hermosura.
En el eco de tus suspiros, siento el pesar,
por el amor maltratado, quisiera retroceder.

A tus pies, mi arrepentimiento se desliza,
como un río de lágrimas, mi culpa precisa.
De mis errores, nace este canto de redención,
te pido perdón, mi amor, con humilde devoción."

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[ TEMA SENSIBLE TRATADO 🔞]

Finalmente, la noche aún se mantenía, el silencio inundaba las calles, un silencio se pudo oír en el baño a excepción de unos sollozos que trataban de ser callados, gotas de agua cayendo, que resonaban en eco, el eco golpeándose con las paredes hasta que el sonido de los sollozos desaparecieran.

Una persona hecha bolita en la regadera, abrazando sus rodillas, desnudo, podía sentir el agua fría caer sobre su sucio cuerpo, las lágrimas se mezclaban con el agua, sin poderse identificar si lo que caían eran lágrimas o el agua de la regadera, podía sentir su cabeza doler en una fuerte migraña, no importaba cuántos minutos llevaba ahí, se seguía sintiendo sucio, no importaba cuanto llorara, no se sentía bien, mayormente las lágrimas al salir llevaban consigo el mal sentimiento, pero el sentimiento amargo se mantenía dentro de sí, de su corazón, negándose a salir.

No le dolía si quiera la cadera, no lloraba por dolor en su entrada o si quiera dentro de él mismo, lloraba por la acción, le dolía la acción.

Ni siquiera podía decir algo, no se sentía capaz de ir y decirle a alguien, después de todo, él era el rey del infierno. Nadie dañaría al rey del infierno, es fuerte, claramente si sucedió eso es por que él quiso, por que él se dejó, quién le mandaba a no negarse, ¿no? Era su culpa, su culpa por no negarse.¹

Mientras más pensaba sobre eso, más lloraba, no podía dejar de llorar, si era su culpa, no tenía por qué estar llorando, él se dejó, ahora que no se queje², pero, ¿Por qué? A pesar que se esté mentalizando eso no podía dejar de llorar, simplemente quería golpearse contra la pared y que otro tipo de dolor lo llenara, otro tipo de dolor físico era diferente, no era tanto como este que estaba sintiendo ahora mismo, solo se golpeaba contra la pared fuertemente consecutivas veces, quería morir.

—¿Estás ahí, Luci?—

Escuchó una voz femenina, se limpió las lágrimas rápidamente y se levantó, pudo sentir un mareo al levantarse, su visión se vió borrosa pero aún así se aclaró la garganta y cerró la llave, su voz era temblorosa pero trató de mantenerla neutral

𝘲𝘶𝘰𝘪 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘦 𝘴𝘰𝘪𝘵.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora