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"En el ocaso de nuestro dulce amor, te digo adiós en esta triste canción, el destino cruel nos separa hoy, más en mi corazón serás eterna inspiración.
Las lágrimas brotan, mi alma se estremece, al recordar los momentos junto a ti, tu ausencia pesa, mi corazón envejece, pero en el recuerdo, aún te siento aquí.
Aunque ya no camines a mi lado, tu amor perdura en cada latido mío, en el firmamento, como estrella brillado, nuestro amor perdurará en el frío.
Adiós, mi amor, en este último suspiro, guardaré tu recuerdo con devoción, hasta el día en que nos reunamos, respiro a respiro, en el eterno abrazo de la redención."
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[TEMA SENSIBLE TRATADO 🔞]
Incluso, a pesar de estar sensible físicamente, cada paso que daba para correr, podía incluso decir que oía sus huesos tronar, cada paso era una punzada por todo su cuerpo, podía sentir su cabeza palpitar en un fuerte dolor que conforme más veía que se estaba relentizando por el cansancio, parecía cesar poco a poco dejando solo una emoción, una adrenalina pura que no lo detendría nada hasta que su cuerpo colapsara.
Su corazón latía con fuerza, incluso podría decirse con taquicardia, se estaba sobreexigiendo, pero en realidad, necesitaba y debía llegar, pero no importaba cuanto corriera, sentía que no avanzaba nada, se sentía tan inútil, ni siquiera podía utilizar sus poderes puesto qué estaba débil, no podía pensar con claridad, solamente anhelaba llegar y que todo fuese una broma, que al llegar le hubiesen hecho una fiesta, ver a Alastor, amándolo de nuevo, no se rendiría a que de nuevo sus sueños se arruinaran, se tenía que esforzar para conseguirlo, no podía permitir que sus sueños se acabaran, no todos.
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La chica alfa ya había llegado al hotel en taxi, puesto que parecía pronto comenzar a llover, entró al hotel que estaba desolado, pues todos estaban en el hotel con su marido, a excepción de cierto ciervo.
Caminó las escaleras, podía subir por el elevador pero veía más emocionante ir pensando qué haría mientras subía, finalmente, llegó a la planta alta, caminó con cuidado hasta el cuarto de Alastor, abrió la puerta y pudo ver a cierto ciervo simplemente sentado viendo a la puerta, como si ya la estuviese esperando
—¿Oh? Que lindo, recibiendome desde ya. ¿Esperabas mi visita?—
Alastor estaba más que preparado para esto, ya se lo había mentalizado desde que vió que Lilith llegó, y creía estar listo para simplemente dejarse hacer, ¡Pero en realidad no! La voz quejumbrosa de la mujer le aterraba, quería correr de ahí, no estaba nada listo para esto
