Capitulo 29

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Cloe.

En mis 23 años nunca había experimentado el éxtasis que he disfrutado en los brazos de carter ignorando las señales que aún mi cerebro se empeña en que no olvide, pero son en vano, haber experimentado el sabor del orgasmo durante extensas horas me hacen dudar que él no pueda sentir lo mismo que provoca en mi. Follamos toda la noche sin dar tregua a nuestros cuerpos que pedían descanso pero era tanta él hambre que el deseo presente tomo el control dejando como resultado embestidas salvajes, mordiscos, caricias, lamidas y todo lo que nos cruzó por el pensamiento pervertido hambriento de placer.

Llegue a casa hace unas horas y estoy desempacando todo lo que carter me compro en parís <<no es poco>> de hecho se pasó de la mano como si no tuviera ropa en mi casa <<cosa que no me molesta>> porque si no la fuera pagado él lo hubiera hecho yo pero de que necesitaba compras parisinas las necesitaba.

—¡por fin llegaste!—grita cielo al entrar a la habitación con una sonrisa y una mirada radiante—¿como te fue?

Wauu que radiante te vez—me levanto de la cama para abrazarla—todo estuvo exquisito... bueno al menos la mayor parte.

—¿que, como que la mayor parte?

Es con la única persona que puedo hablar le tengo confianza y es la única que sabe de cárter.

—si pasaron cosas que por un momento o mejor dicho aún me llenan de dudas.

—¿que sucedió?—averigua.

Abro la boca para hablar pero los paso que vienen hacia acá me hacen callar y poner mi vista en el arco de la puerta donde aparece la figura de mi hermano con la misma mirada y sonrisa que tiene cielo <<aquí pasó algo>>.

—¿No hay un abrazo para tu hermano mayor?—pregunta con una sonrisa extendiendo los brazos a cada lado—ven aquí bebé te eche de menos.

Me levanto, camino a el dejando que me enrollé con sus fuerte brazos y yo hago lo mismo, me da un beso en la cabeza.

—sentí que fueron años—espeta cuando me aparto—¿como te fue?

—qué tal cuando me valla de la casa como te pondrás— musito sarcástica.

—para eso falta mucho aún—asegura—¿no se pasaron contigo o si? Porque si fue así voy a....

—no pasó nada—lo interrumpo—me trataron muy bien.

—se nota—espeta cielo mirando todas las compras, se levanta de la cama para caminar a nosotros.

Mi hermano la recibe con los brazos abiertos a lo que ella muy gustosa se deja envolver y se ríen felices, mi cara es de auténtica feliz sorpresa.

—ok, van a tener que decirme qué pasa aquí—los apunto con mi índice.

—te presento a mi hermosa novia—musita mi hermano feliz una felicidad que no se puede obviar.

—¿Que?— solo di un consejo y dio resultado.

—perdón que no te lo conté.

—no era un secreto que esto iba a pasar—los abrazó emocionada— me alegra que me escucharas.

—¿escucharte que perdón? —averigua mi hermano.

Cielo me mira y yo a ella muertas de la risa.

—nada don fisgón— trato de sacarlo de mi habitación— gracias a Dios me quitaste el hermano posesivo que tenía encima.

Le digo a cielo a lo que mi hermano hace una mueca de molestia.

—ni lo sueños que aún estoy muy pendiente de ti—advierte.

Más sexo menos amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora