Capitulo 42

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Cloe


Todos tenemos un momento en nuestra vida que estamos en un lugar sin retorno, un camino sin salida, donde estamos en un laberinto que por más que corramos no podemos salir. En mi caso, por más que me duele todo lo que Carter hizo y las decisiones que tomo, no tengo salida.

Es imposible negar que lo amo y por más que me duela, mi amor no se va y es más difícil porque sé que me tengo que alejar.

Pero no quiero.

No quiero estar lejos de él, no quiero soltarlo. No tiene justificación ninguna, ni explicación que cure mis heridas. Pero tampoco este error a cambiado mi amor por él, ni lo a disminuido.

Desde que salí de su oficina ese día tengo sus palabras clavadas en mi pecho, su mirada de terror al escucharme hablar y su fuerza al decir que no me dejaría ir.

Sus mentiras nos arrojaron a este lugar. Un callejón oscuro y frío que me hace sentir sola aun con compañía, sin amor aún teniendo gente que daría la vida por mi, la sensación de no valer lo suficiente es frustrante y el no saber cómo alejarme sin hacerme daño a mi misma es agonizante.

Porque si. Es inevitable no sufrir al tener que alejar al hombre de tu vida con el cual quieres estar y ser suya.

Me levanto de la cama aún soñolienta he estado durmiendo muy mal y siempre me quedo dormida a la cuatro de la mañana, las pesadillas se han intensificado con el cambio que ya no tengo quien me salve.

Hoy ocho de agosto cumplo veinticuatro años, el cumpleaños que creí sería el más feliz por tenerlo a mi lado resulta ser el más gris porque sé que no será así. Prometió darme tiempo y espero respete eso, aunque no creo que el tiempo que me de sea suficiente para sanar.

Me meto a la ducha en busca de callar mis pensamientos y de bajar un poco mi deseo sexual que a crecido como no tenía idea. Lo extraño y podría darme valor recordando todas las lagrimas y sufrimiento de estos últimos días pero mi cuerpo no entiende excusa que valga para cubrir la necesidad que tengo de él, de sentirlo, de sus caricias, sus besos, mi cuerpo lo necesita y no sé en que momento empece a depender de él solo sé que involuntariamente todo en mi lo llama a gritos.

Salgo de la ducha y me visto, jean azules, blusa negro, zapatillas negras, cabello recogido, me maquillo, necesito tapar mis ojeras o pipe comenzará hacer más preguntas de lo normal.

Sé que no sé a creído lo que le dije y el hecho de que Carter no allá venido ninguno de estos días hace que sus sospechas tomen fuerza pero trato de no verme mal para que no se entere de la realidad de todo.

Tomo mi bolso y bajo las escaleras camino a la universidad, hoy tengo tres clases y no puedo faltar.

—¡feliz cumpleaños!— grita mi hermano con una torta hermosa de color blanco y rosa en la mano con muchas velas encendidas.

Sonrió y camino hacia él.

—pide un deseo.

Si pudiera arrancarme a Carter Luna del corazón, sería el deseo perfecto.

Soplo las velas y deja la torta en la mesa para abrazarme.

—te deseo un feliz cumpleaños—me besa la frente— nunca olvides que eres mi vida entera y que no estás sola porque tienes un hermano que dará la vida por ti.

Sus palabras me aguan los ojos.

—gracias — lo abrazo— pero que cielo no escuche que soy tu vida entera— bromeo.

No reímos juntos.

—ella lo sabe bebé— nos separamos y le tomo una foto a la torta — no llegues tarde hoy.

Más sexo menos amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora