Más sexo menos amor

EXTRA.

Cielo.

Mi vida a estado llena de muchos obstáculos a los que yo he pasado con uñas y dientes defendiéndome de los golpes del destino que se empeñe en querer tenerme en él suelo sin alguna razón.

Pero no nací para estar ahí o al menos eso creía hasta que conocí a Diego quien fue mi razón de muchas felicidad y amor pero también de mis lagrimas y lamentos, no se en que momento pases de un cuento de hadas al infierno, mi primer amor se convirtió en mi verdugo profanando el amor que dice tenerme para justificar sus acciones en el nombre de ese amor enfermizo que me hizo huir de casa dejando atrás mi amada familia para que no supieran del sufrimiento de su hija.

Deje mis padres y mis hermanos en New York presa del miedo y terror por que ellos pagarán por el error de haberme enamorado de un depredador como lo es Diego. Al principio me pareció que podía soportar sus gritos sin razón, sus malos palabras, sus infidelidades hasta que un día lleno de furia y celos me golpeó sin contemplación alguna, desde ese día supe que no era un simple amor que él no iba a cambiar y para mi desgracia así fue.

Después de que me golpeara hasta dejarme inconsciente decidí irme del país, huir de él para siempre y creí que lo había hecho hasta que lo vi esa noche en el club. Verlo de nuevo me paralizo por completo, entre en pánico y huí del lugar, creí escapar de mi realidad pero ya era muy tarde, él ya está aquí.

Desde ese día el karma volvió a joderme sin razón a empeñarse a doblegarme. Me amenazo con dañar a los míos si me alejaba de nuevo, si lo dejaba. Volví a él con la esperanza de que no dañara lo único bueno que tengo en él vida, volví para vivir un infierno donde el hombre que alguna vez solo era posesivo se había convertido en un monstruo, desde ese día empezaron la violaciones, los insultos, los gritos, los golpes y entendí que luchar contra la corriente en agotador, me llene de miedo, terror a que se vuelva peor, acepte mi destino ese que había luchado por rechazar, luchando año tras años, me rendí y solo decidí resignarme.

El último día que lo vi estaba como loco y decía que le pertenecía que me tenía donde se le diera la haga le supliqué, le implore que no, hasta que vi que no se iba detener y solo pude llorar maldiciendo la vida por darme una carga que no merezco y no mereceré. Escuchar la voz de Cleo no me alivio me lleno de mas terror por el miedo de que le hiciera daño pero gracias a Dios no fue así, nos dejo ir pero se que no por mucho tiempo.

Desde que he estado aquí en esta casa me han tratado muy bien, dándome amor y confianza. Cloe se a vuelto como una hermana para mi y Felipe ... pues no sé cómo explicar aún lo que siento por el, solo sé qué hay cariño, miedo y deseo, un deseo que creció el día que fui suya donde me enseñó que puede borrar todas la huellas del pasado, eso me asusta, me asusta equivocarme de nuevo, salir lastimada o peor que él salga lastimado por mi destino de mierda.

Sus palabras, la forma que me cuida, su mirada grisácea que me hace temblar ante su presencia, su imponente virilidad que trata de esconder de mi para que no le tema, su evidentes esfuerzos por hacerme sentir cómoda, todo eso es lo que me da la pequeña esperanza, ese pequeño rayo de luz de que puedo ser feliz algún día.

Ver cómo extiende su mano para levantarme del suelo donde otro me tiro haciendo que me resignara a que ese era mi lugar, él cada día lo a usado para enseñarme que el amor no lastima, no miente, no duele.

El obstáculo que se interpone entre él y yo es el miedo no hacer las cosas bien, de no ser suficiente, de que se entere de todo lo que he sido víctima y del asco que le pueda dar estar conmigo, miedo es lo que no me deja darle rienda suelta a mi Corazón de esos sentimiento que él provoca en mi.

Cloe se fue hace cuatro días y prometí que actuaría pero no me siento lista para hacerlo, cuando estamos solos lo evito y escapó por donde puedo, para no ser presa de mis sentimientos para no salir herida.