Capítulo 10
No quiero dejarte ir.
[.]
Aquella habitación en penumbras, denotaba algo más que solo oscuridad, la luz de la luna se colaba por aquella enorme ventana, los ojos azules de Kagome observaban fijamente los del joven. La tristeza era evidente, para ambos, aunque Bankotsu no quería mostrar aquello, solo se dedicó a observar los pasos de su amiga de infancia, con quien compartió muchas vivencias.
La de cabellos negros accedió a la habitación, no sabía cómo comenzar a entablar alguna conversación, como exclamar sus sentimientos.
— Así que estabas aquí — artículo con aquella voz afligida — ¿has estado viviendo aquí?
— No — interrumpió el joven con una sutil y juguetona sonrisa.
Aquel lugar era el escondite de ambos, donde podían ser ellos mismos, donde podían expresar lo que quisiesen, sin ser regañados por estar fuera del papel que les impusieron cuando niños, y ahora en medio de la oscuridad, no podían hacer más que mirarse.
Kagome quiso volver a preguntar, más nada salía de su garganta, hasta que Bankotsu la invitaba a acercarse, moviendo su brazo de arriba hacia abajo, de manera desesperada.
Algo que saco un poco de contraste a la chica, aun así, se dirigió a su lado, encendiendo unas cuantas lámparas antes de ver mejor el panorama, el semblante del moreno era tan diferente, podía denotar angustia, conocía perfectamente a Bankotsu, ambos tenían aquellas heridas marcadas, aquellos vacíos, pero, ante todo, seguían, porque estaban juntos.
Con paso lento, se acercó hasta donde el contrario estaba sentado, acomodando su kimono, se puso de rodillas a un lado suyo.
— Ban...
— Viniste, para escuchar la historia ¿cierto? — cerro los ojos.
— ¿es cierto que eres un noble? — espeto sin siquiera tener una pizca de control.
— ¿no me veo como uno?
— No, es momento de juegos.
— No hay error Kagome, soy uno de ellos, me han hecho de todo y las pruebas no mienten.
La de cabellos negros no pudo con esto, agacho la mirada, sintiendo como un balde de agua fría le callera encima, no era por el hecho de que Bankotsu fuera de la nobleza, era por el simple hecho de separarse de él, pensó por todos estos años que permanecerían juntos, peleando, como perros y gatos, pero al final uno al lado del otro, en el mismo mundo, hasta que ambos terminaran sus contratos y abandonaran aquel lugar, tomados de la mano e iniciando nuevas vidas, solo ellos dos.
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Oshoku / Cortesana (BANKAG)
RandomYoshiwara era un famoso distrito de la luz roja en Edo (Tokio de hoy en día) al principio del siglo XII había una amplia prostitución masculina y femenina en ciudades de Kyoto, Edo y Osaka Las leyes contra la prostitución fueron suprimidas y el dist...