Capítulo 2 Conociéndonos

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Los personajes de Rumiko Takahashi no me pertenecen, son solo usados para historias locas y retorcidas.

La siguiente historia trata de temas extremadamente fuertes, se recomienda discreción.

Basada en narraciones japonesas reales de la era Edo.

Las comillas "" significa pensamientos.

Los fanart pertenecen a sus respectivas autoras, ninguna es de mi propiedad.

Los fanart pertenecen a sus respectivas autoras, ninguna es de mi propiedad

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Capítulo 2 Conociéndonos

En ocasiones la vida de las personas no es satisfactoria, pero otras veces lo es, al final es como una montaña rusa que sube y baja sin saber en que momento eres feliz permanentemente, aun que esa felicidad es solo efímera, son solo pequeños momentos que te acercan a ella. Y cuando pensabas que no podía ser peor, en realidad lo es.

Mucho peor.

Una habitación con paredes blancas y ligeras decoraciones de árboles de cerezo, era el escenario idóneo para lo que ahí sucedía, el piso de madera se aprecia en dicho lugar, dos hombres traían consigo a una niña de no mas de 12 años, arrojándola cerca de una silla, un hombre se encontraba sentado en ella, fumando una de sus pipas, apreciándose-le un traje negro y unos zapatos perfectamente lustrosos.

Observo a la infante de ojos azules, esta sentía miedo pero no lo dejaría ver, al contrario frunció el ceño esperando lo peor.

— ¿Así que esta es la última de los Higurashi? — sentencio dejando escapar el humo.

— Así es señor — uno de los hombres colocaba a la niña hincada enfrente de aquel misterioso hombre.

— Es realmente adorable... — sonrió solo un poco — desnúdenla.

— No — Kagome fue despojada de sus delicadas prendas, dejando a la vista su cuerpo ante la mirada de aquellos tres, comenzaron a inspeccionar con mucho cuidado, paciencia y sobre todo interés. Cerraba los ojos fuertemente esperando a que todo aquello terminara, recordando las palabras que en algún momento le había dicho su abuela paterna.

Kagome, las personas deben de vivir de la moral, tu madre quien perdió la cabeza por un hombre y abandonó la casa que debió proteger, eso es lo más bajó, pero una persona sin moral es aún peor.

Un escalofrió le recorrió todo el cuerpo, comenzaba a percibir lo peor, ¿cómo es que ella una niña llegaba a ese extraño lugar?, ¿cómo era que su abuela le dijera tantas cosas?, que envenenara su mente y al final simplemente se deshiciera de ella por pagar una deuda.

Todas aquellas palabras dichas eran solo un engaño, para creer algo que no era más que una ilusión.

— Parece suficientemente sensible — tocaba con la pipa el cuello de la menor —inclínenla

Oshoku / Cortesana (BANKAG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora