narra Martina
El humo del cigarro sale de mi boca, estoy sentada con mis amigas en una plaza, no hay nadie por la hora, es muy temprano aún, recién amameció. Mañana nos devolvemos a Chile, la pasé muy bien en este viaje, conocí a Matías, fue mi amigo de Argentina, no creo que volvamos a hablar, pero fue lindo mientras duró, también conocí nuevos lugares, y casi no pensé en mi ex, estaba pensando en todo lo bueno del viaje cuando una voz me sacó de mis pensamientos
- Martina, ¿escuchaste algo? -
- ¿Que? No no, perdón -
- Hablabamos de la posibilidad de quedarnos aquí todo el mes - Me sorprendí tanto que me atoré, a lo que todas rieron
- Era broma loca, nos preguntamos que aremos hoy para dar fin al viaje - Dijo Sofia tranquilizando mi tos
- Pensábamos en ir a una piscina que se llama Costa de la luz, ¿Que te parece? -
- Bacán, yo le voy a todo - dije sonriendo y todas ascendieron.
Seguimos disfrutando de la mañana en la plaza hasta que el hambre nos invadió, quedamos de ir a una cafetería y después alistar las cosas para ir a la piscina, llegamos a nuestro primer destino, yo me pedí un té helado y un brownie, desayunamos y pagamos para dirijirnos a nuestro segundo destino.
Llegamos a la piscina y con nosotras llegó un mensaje de Matías preguntando cómo estaba, le dije que bien que estaba disfrutando mi ultimo día en Argentina, y me respondió indignadisimo
Chat con Matías
- Holaa
- Cmo andas?Holee-
Bien y tú??-
Yo ando aprovechando mi ultimo día en Argentina 😭--QUEEE
- Ya te vas y no me dijistee😭
- Asi son
- Todas igualesAy perdoname la vidaa -
Pero mira, juntemonos en la nochecita en la plaza y nos despedimos bien --mmh, voy a ignorar el hecho de q no te querías juntar conmigo al principio y no me dijiste q te ibas
-acepto, nos vemos en la noche careminnie😘
Chao hediondo ❤️ -
Me había olvidado por completo de la existencia de Matías por toda la tarde, y igual yo me quería despedir de el, se hizo mi amiguito y es muy simpático, me lo quería llevar en la maleta, pero no creo que caiga, aunque sea enano. Recordando la conversación y la indignación de Matías se me escapó una sonrisa, y para mi desgracia, me vió Anaís, y se encargo de molestarme hasta que terminamos de acomodar las cosas en el pasto frente a la piscina