Narra Martina
-¿Qué es esto? - Dijo mirandome preocupado
- Nada importante - le resté importancia y me paré para buscar mi pantalón, pero el me detuvo - ¿Hace cuanto, Martina?- Devatí en mi mente algun pretexto, pero lo no encontré así que pensé que lo mejor era contarte la verdad y dejar que crear patrañas, que quizás si le contaba lo antes posible podría continuar como si no hubiera pasado nada
- Desde que murió mi hermano - Me senté nuevamente en la cama - ¿Hace cuanto estas limpia? -
Pensé un momento - Tres meses...- con una de sus manos levanto mi rostro obligándome a verle la cara -¿Por que cicatrizaron así?- preguntó
- Por que esas fueron muy profundas... -
- ¿Quien más sabe? -
- Nadie -
- ¿Y por que no me querías contar? -
- Te conosco hace poco Matías, y eres una de las personas que más vulnerables me a visto, ¿cuantas veces te console yo? Ninguna- me auto respondí - siempre soy yo la que termina llorando, me da vergüenza que me mires así- lo miro fijamente a los ojos, ojos que se estaban cristalizando
- ¿Así como?
- Con lastima.. -
-¿Queres que estemos al apar? -
- Cuando mi papá murió se me cayo en mundo, dejé de comer y de dormir - te toca
¿Era esto como una distorsión de nuestro juego para sacar nuestros secretos más dolorosos?
- Hace un año no me drogo - no me dijo nada, en nuestro juego está prohibido decir algo hasta que termine
- Mi mejor amigo de la infancia murió también, por eso me dió tanto miedo cuando Vicente estaba en el hospital-
- Mi ex me pegó, por eso lloré esa noche en la casa de tu amigo, soñé que me pegaba de nuevo-
- Nunca antes me enamoré, mi miedo más grande ahora es acerte daño por mi falta de experiencia - Sus palabras terminaron de destrozar mi corazón.
El 'juego' acabó. Ambos nos abrazamos, mi cuerpo estaba semi desnudo y él estaba sin polera, me sentía desnuda frente a el e incapaz de ocultarle algo, mi pasado se reveló y el nunca me juzgó. En ese abrazo me di cuenta que viví toda mi vida con frío, que nunca sentí este calorcito y que nunca lo sentiré con nadie más, las emociones estan a flor de piel y nuestras lagrimas humedecen nuestros cuerpos que apesar de estar helados generan calidez. Me di cuenta que estaba completamente enamorada de Matías, y que mi vida sin el nunca sería igual. Reinicie mi viveza, me pregunto como sobreviví tantos años sin esta sensación, como me perdonare no haberlo encontrado antes, nunca me sentí tan conforme con mi vida, y aun que es un momento triste, mi alma baila de felicidad por encontrar a quien en ese preciso instante se convirtió en mi alma gemela, mi otra mitad, mi media naranja. O quizá siempre lo fué.