Sam
Abrazé a mi hijo fuertemente esperando que esa horda de infectados nos atacase, creí que era el fin, pero bueno, al menos estoy con mi hijo y no moriré separado de el, pero no fue así, se escuchaban disparos alrededor, no sabíamos quien era, sólo escuchamos ¡ Al suelo ! Por parte de una voz femenina, y eso hicimos, nos lanzamos inmediatamente boca abajo al suelo esperando a que esas personas nos salvarán de esas cosas, pero hubo un inconveniente y a la vez una ayuda extra, los guardias del otro lado de la malla venían en sus vehículos a matar a todos los zombies. Cuando acabaron de aniquilar los infectados sin dejar ninguno vivo ellos se acercaron con intención de matarnos, o eso creí.
- Quiénes son ustedes y por que destruyeron la malla? - Dijo el guardia apuntando nos a todos y sólo el no lo hizo, todos sus compañeros también nos apuntaron con intenciones de matarnos a todos.
- Nosotros sólo.... - Dije, pero ruidos de disparos detuvieron mis palabras, no lo podíamos creer, dos chicas hermosas se acercaron hacia ellos y les empezaron a disparar sin compasión.
- Están todos bien? - Dijo la chica rubia, era notoriamente mayor que la segunda, cálculo unos 25-27 años de edad y la otra a simple vista se veía que era de la misma edad o un poco mayor que Juan y Alejandro.
- Si, muchísimas gracias, no se que haríamos sin ustedes. - Dije acercándome a ellas, mala idea, llevaba mi cuchillo en la mano y creó que pensaban que las iba a matar o algo parecido, al tener una prudente distancia ella me apuntó con su arma haciéndome retroceder.
- Wow, tranquila sólo te quería estrechar la mano para agradecerte. - Dije con una voz calmada, aunque estaba nervioso, ¿qué sentirías tu si te apuntaran con un arma?, ninguna sensación agradable.
- Callate y ve con tu grupo. - Dijo señalando con su arma a mi " grupo "
- No es necesario esto. - Dije tratando de calmarla
- Arrojen sus armas al piso, coloquen sus manos detras de su cabeza, y ni se les ocurra hacer ningún movimiento por que les clavo una bala en sus estúpidas cabezas.
Obedecimos mientras la " acompañante de esta " se acercaba a nosotros y nos revisaba si teníamos algun arma o algo, o creó que lo hayan hecho con intención de herirnos si no simplemente quería asegurarse de que no pudiéramos atacarlas y robarles las cosas a ella, yo haría lo mismo simplemente, pero mis intenciones eran buenas con ellas, chicas con esas habilidades seguro nos servirían y tendríamos más posibilidades de sobrevivir.
- Limpios, pueden bajar las manos, no les haremos nada. - Dijo la pequeña, estaba en lo correcto, no nos harían daño, simple mente estaban desconfiando de nosotros.
- Lo siento mucho por hacer todo esto, pero como ya saben, el mundo se ha ido a la mierda, no puedes confiar en nadie. - Dijo ella, tenía razón, el mundo es un caos ahora, antes podías ser el hombre o mujer más educado(a) y ahora podrían ser un monstruo sin alma que asesinaría a cualquiera con tan sólo obtener una lata de frijoles.
- Cuáles son sus nombres? - Dijo Frank.
- Yo soy Gabriela. - Dijo la mayor.
- Y yo soy María, su hermana, un gusto. - Dijo la menor
- Hermosos nombres. - Dije a un punto de sonar coqueto, qué me esta pasando?, me estaré volviendo loco?, como puedes ser coqueto en estas alturas de la vida.
Nos presentamos como es debido, y hasta que por fin solté la pregunta que decidiría el futuro de nuestro grupo, con ellas teníamos más posibilidades, inteligentes, hábiles y con un valor excepcional, todos los requisitos para poder sobrevivir a esta pesadilla.
- ¿ Quisieran unirse a nuestro grupo ? - Dije, ellas se miraron y susurraron algunas cosas, pero al final accedieron.
- Aceptamos. - Dijeron al unísono
Me alegre por dentro, esta chica Gabriela me a empezado a atraer, es la misma sensación que sentí con Vanessa... Mi difunta esposa, aún la extraño pero he podido superarlo con el tiempo, Alejandro ya me ha dicho más de una vez que me consiguiera una novia que me veía solitario, pero yo realmente no quería, no era capaz en ese entonces de volver a querer a otra persona desde ese día..
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Luz en la oscuridad
Science FictionUn hombre de 33 años llamado Sam Smith es un reconocido doctor de la ciudad de los angeles con una especialización en neurología, vive una vida tranquila en beverly hills con su hijo llamado Alejandro de tan solo 15 años; Alejandro es un joven depor...