26: Los Ángeles También Mienten.

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Llegue a casa de Morgan a punto de colapsar, me dolía la cabeza de tanto pensar, definitivamente lo acabo de arruinar todo.

"Hola Li...¿Que te paso?" Pregunto Morgan acercándose mirándome preocupada.

"Yo, hmm tengo un pequeño problema" Dije sentándome viendo como Sebastián conversaba con Molly.

"Pues dime, lo que sea que pase lo resolveremos juntas" Sonrío quitándose su bata blanca.

"Chris vio a Molly, y ella no dejaba de gritar que el era su padre" Mi voz salió entrecortada, Morgan abrió mucho los ojos tapándose la boca sorprendida.

"¿Lili por que aceptaste ir?" Pregunto mirándome con el ceño fruncido.

"No lo se" Suspire frustrada.

"No, claro que lo sabes, querías ver a Chris y estar cerca de el" 

"¿Ahora me regañas?" Pregunte mirándola, se veía enojada.

"No entres en crisis por un problema que tu misma creaste" Espeto subiendo el tono de su voz.

"¿Crees que yo quería que Chris descubriera a Molly?" Reclame levantándome.

"No, pero querías estar con el, saber de su vida, no sigas con esa mentira de que lo superaste todos sabemos que nunca podrás odiarlo completamente"

"¡Claro que no lo odio, es el maldito padre de mi hija!"

"¿¡Lo es ahora!? Sebastián crio a tu hija desde que nació y aun así te atreves a adjudicarle el titulo de padre a Chris" Grito acercándose a mi

Me quede callada unos segundos mirándola.

"Tienes razón..." Dije cabizbaja "Talvez si quería estar cerca de el, muy en el fondo deseaba que hubiera cambiado pero ya no importa, no importa cuanto pueda amarlo, seguirá siendo la misma persona, además, el tiene a una nueva chica, ya no significo nada en su vida" Dije sintiendo un nudo en mi garganta.

"Tu miedo no era que descubriera a Molly, tu miedo era volver a verlo y darte cuenta que nunca lo dejaste de amar" Hablo Morgan tranquilizándose acercándose a mi con una media sonrisa.

"Ahora...ese es mi mayor problema, voy a dejar de ser una maldita egoísta y pensare por el bien de mi hija, y de como le explicare esto" Suspire tomándome la cabeza.

"Di la verdad, aunque a veces la verdad duela" Sonrío estrechándome en sus brazos.

"¡Mami!" Grito su voz chillona corriendo hacia mi con los brazos extendidos, se inmediato la abrace alzándola "Sebastián me dijo que lo que hice estuvo mal ¿Me perdonas?"

"Claro que si" Reí dándole un beso en la mejilla.

"¿Ahora ya me llevas con mi papá?" Pregunto abriendo mucho sus ojos.

"Después Molly ¿Quieres ayudarme a hacer la cena?" Pregunte apretándole suavemente la nariz.

"¡Si!" Chillo bajándose de mis brazos corriendo a la cocina.

Después de la cena me sentía realmente agotada, había sido un día bastante estresante y aun tenia muchas cosas en la mente, pero debía concentrarme en mi trabajo y planificar mi clase de mañana, El imperio Romano y su caída, en lo personal me parecia un tema aburrido, pero es lo que el ministerio de educación exige enseñar. Ni siquiera me di cuenta que ya eran las 2 de la mañana debo dormir ahora o levantarme temprano será una tortura, tome mi telefono para programar una alarma cuando vi que tenia varios mensajes.

"¿Leila podemos hablar?"

"Lamento lo de hoy pero necesito hablar contigo"

Ultraviolence [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora