Survive || Jjk

7

——Anda, ¿qué estás esperando? —me repitió, aún apuntandome con aquella cosa. ——Has lo que te digo, dejá todo y vete de una vez.

Estaba paralizada, no era yo alguien que se dejara intimidar fácilmente, pero su sola presencia marcaba algo poco común que comenzaba a ponerme los nervios a flor de piel. Al venir aquí nunca pensé en tener que enfrentar algo así, al menos no lo esperaba este día.

Mi vista se dirigió hacia su abdomen, su camisa estaba chorreando de sangre, podía verlo intentar contener el dolor. Para estar aquí exigiendome cosas y con una ballesta en sus manos, dispuesto a todo por conseguir lo que era mío por derecho, admito que era lo suficientemente fuerte.

——Estás herido.

——¿Qué te importa si lo estoy? —respondió con fastidio evidente. ——No estoy bromeando, haré lo que sea para conseguir eso que llevas, pero veo que tú aún no me has entendido.

——¿Te mordieron?

Sí, podía parecer una tonta ahora mismo, debería culpar a mi instinto caritativo que quería ayudar aquél que pretendía matarme.

Retrocedió dos pasos hacia atrás en cuanto intenté acercarme.

——No te acerques, voy a matarte si lo haces. —serio.

——Te pregunté si te mordieron, no me has respondido. —era yo quién le estaba apuntando ahora. ——Puedo ayudarte si me dejás hacerlo, solo quiero saber si los caminantes te mordieron. —seria.

Una risilla amarga escapó de sus labios.

——Eres bastante tonta, ¿cómo es qué vas ayudarme? ¿Crees qué puedes hacerlo?

——Quizás lo sea, pero estoy aquí parada intentando ayudar a alguien a quién no conozco e intenta llevarse lo que es mío, claro, sin mencionar que quiere matarme.

Su mirada se mantenía fija en mí, podía ver lo pálido de su rostro, sus labios estaban secos y le estaba costando respirar.

——No lo hicieron, no me mordieron.. unos tipos me dispararon y mataron a mi novia.

Su cuerpo se desplomó sobre uno de los estantes, algunas de las botellas de licor que se encontraban ahí, le cayeron encima, ya ni siquiera tenía fuerzas para continuar sosteniendo su ballesta.

Lo dude un poco, podía irme y dejarlo aquí tirado o acercarme y tratar de ayudarlo cómo era mi pensamiento del principio. Si me arrepentía o no, eso lo sabría dentro de poco tiempo.

Respiré profundo antes de acercarme a él. Estaba sentado en el suelo con su espalda recostada en el estante y su mirada perdida. Lo miré por unos cortos segundos antes de hacer lo que iba hacer... quise levantarle la camisa, pero rápidamente, me cogió de la muñeca.

——¿Qué creés que haces?

——Solo quiero revisar tu herida.

——No quiero, ya lárgate de aquí.

——Te estás desangrando y ni siquiera puedes sostener la mirada ya, al menos déjame ver que tan mal está.

Creí que no cedería, pero lo hizo, me soltó y finalmente pude ver su herida.

——Se ve muy mal... lo siento. —dije antes de romper un pedazo de la tela de su camisa y colocarla sobre su abdomen. ——Presiona aquí.

Un estruendo se escuchó detrás del estante.

——Caminantes. —dijo él, casi inaudible. ——Vete ahora.

Cogí mi arma y me paré a un lado suyo, oía sus pasos arrastrándose y como su olor putrefacto comenzaba a llenar nuestro espacio.

Dos de ellos aparecieron frente a mí, disparé, pero mi puntería no había sido para nada buena, ninguno cayó.

——¡Carajo! —disparé una vez más, logré darle a uno en la cabeza, pero cuándo quise disparar una segunda vez, las balas ya no salieron. ——No...

Sus pasos se apresuraron con violencia hacia mí, miré atrás, aquél chico pálido había cerrado sus ojos.
Me preparé para enfrentar al caminante, le dí un golpe con mi arma y lo empujé hacia atrás con toda la fuerza con la que contaba en ese momento. No sabía si el chico seguía con vida o no, pero no podía permitir que se acercara a él.

Maldecí el momento en que tropecé con algunas de las botellas y caí al suelo, estaba a punto de abalanzarse sobre mí, pero una flecha que se enterró en medio de su frente, lo hizo caer de golpe. Escuché un disparo detrás mío y ví a otro caminante caer, Jungkook estaba detrás de él con su rifle, nos miró a ambos, la ballesta que había disparado la flecha, cayó de las manos del desconocido, él parecía haberse desmayado ahora.

Sentí mi corazón dar un vuelco, parecía querer salirse de mi pecho.

——¿Qué pasó? —me tomó del brazo un poco tosco y su mirada buscó mis ojos. ——¿Estás herida?

——No, no lo estoy.

——¿Quién es él? ¿Por qué aún estabas aquí? ¡Te dije claramente que tuvieras cuidado!

——¡No me grites, Jeon! ¿Qué pasa contigo?

Me solté de su agarre.

——¡Entonces dejá de ser tan tonta, casi mueres y todo por quedarte con este tipo al que ni siquiera conoces! —soltó envuelto en rabia.

Negué mirándolo con molestia y me acerqué al chico que estaba tirado a un lado de nosotros. Jungkook echó su cabello hacia atrás con frustración, lo ví colocar una de sus manos sobre el estante de al lado.

Sí, se veía demasiado molesto.

——Aún respira, podemos ayudarlo.

——Estás mal si piensas que vamos a llevarlo con nosotros.

——Jeon —lo miré. ——No podemos dejarlo aquí, mirá el estado en el que se encuentra.

——No lo conocemos de nada, James. —se dió media vuelta dispuesto a partir. ——No pondré en peligro a los demás, decide ya, vienes conmigo o te quedás aquí.

Suspiré, sabía que él llevaba razón, no conocíamos a este hombre, era peligroso tenerlo con nosotros, pero estaba mal herido y a pesar de todo lo que ha intentado en un principio, era él un ser humano, yo no tenía el corazón para dejarlo aquí.

——Me salvó.

——¿Eso creés? — volteó a verme.

——Tú mismo lo viste, él disparó la flecha al caminante que iba a atacarme.

——Si lo hizo fue porque también estaba ahí, claro que no iba a dejar que después viniera por él.

——¿En serio vamos a dejarlo aquí? —me paré a su lado para mirarlo de frente. ——¿Eres tan insensible?

Su mirada cambió repentinamente, me arrepentí de haber dicho aquello último, en cuánto lo ví mirarme con frialdad y suplicio.

——Quítate. — me hizo a un lado y cogió al otro que estaba tendido en el suelo para llevarselo con él. ——Si algo sale mal, tú serás la única culpable, Tn James.