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——Su cabeza está ardiendo, la fiebre continúa subiendole. —miraba el sudor recorriendole la frente, a veces tocia con dificultad. Casi no lograba mantenerse despierto.

——Es tu culpa que él este empeorando. —se paró la otra y me quitó para ella tocarle la frente.

No me gustaba nada que me estuviera culpando por algo que nada tenía que ver conmigo. Mejor dicho, se la había pasado reclamandonos sin razón alguna, ella creía que todo era culpa nuestra.

Por el momento se lo dejaría pasar, no quería tener ningún tipo de discusiones ahora mismo. A penas la estaba conociendo, ni siquiera sabía su nombre aún, pero ya comenzaba a ser una piedra en el zapato.

Cogió una botella de agua antes de levantarle un poco la cabeza. Se la acercó a su boca.

——Bebe un poco, Yoongi.

——Es un ángel... —lo ví mirarme momentáneamente, estaba ya delirando.

——Tenemos que sacarle la bala, no podemos esperar más tiempo. Pará. —pedí al chico que conducía.

——No te detengas Mingyu, no tienes porque hacerle caso a esta desconocida. Mejor apresúrate, salvaremos a Yoongi en cuanto lleguemos a nuestro lugar.

Había perdido la cabeza, no podía ella entender que no teníamos tiempo, el hombre se estaba muriendo delante suyo y solo podía pensar en tirarse sus aires de manda más.

Aquél chico miró algo indeciso, pero su buena cordura lo hizo detenerse.

——¡¿No escuchaste lo que dije, Mingyu?!

——Parece que tu amigo esta más cuerdo que tú. —le decía Jungkook, mientras la miraba de manera seria. ——¿Es qué careces de cerebro o solo no puedes entenderlo?

——Lynna. —le habló, Mingyu. ——No hay tiempo, mirá el estado de Yoongi, no sabemos cuánto tiempo más va a resistir. Debemos actuar ahora, tenemos poco aquí, pero al menos podemos hacer algo por él.

——¿Al menos sabés cómo sacar una bala? Apuesto a que nunca en tu vida has sacado una. —se estaba ensañando conmigo.

Al parecer le gustaba tanto dárselas de experta. Entonces, ¿por qué no venía aquí y se encargaba ella misma de sacar la bala que su amigo tenía incrustada?

La ignore, no tenía planeado perder mi tiempo con ella.

——¿De casualidad tienes un cuchillo? —le hablé al otro chico.

Asintió, rápidamente recogió una mochila y rebuscó dentro de ella. Se acercó para dármelo.

Respiré con profundidad, mis manos estaban temblando, esa mujer tenía razón, nunca había hecho una cosa cómo está y tampoco pensé que este día vendría. Sentí una cálida mano tomarme de la muñeca con delicadeza, miré a Jungkook quién se encontraba a mi lado.

Tomó el cuchillo de mis manos.

——Yo lo haré.

Asentí y le dí espacio para que comenzara el trabajo, trató de hacerlo lo más seguro posible, le enterró cuchillo y empezó a buscar aquella bala. Yoongi quiso levantarse, el dolor lo estaba consumiendo, podía ver cómo la piel le quemaba.

——Ayúdenme, no dejen que se siga moviendo. —pidió Jeon, Mingyu y yo lo tomamos del brazo.

Su respiración estaba hecha un desastre y el latente dolor estaba plasmado en su rostro. Sentí una ligera presión en mi brazo, su mano me estaba agarrando.

——Estarás bien, solo resiste un poco más.

Dejó caer su cabeza sobre el asiento, Jungkook había logrado quitarle la bala. Había sangre por todas partes.

——Hay que detener el sangrado.

——Aquí hay un paño limpio, haré presión. Mingyu. —ella miró a su compañero. ——Busca dentro de mi bolso, hay algunas vendas allí.

——Aquí están. —se las acercó. Lynna tiró el paño ensangrentado hacia un lado y cogió las vendas para empezar rodearlas sobre su herida.

Estaban ellos bien preparados para casos como este.

La noche estaba cayendo y nosotros aún seguíamos dentro la furgoneta, en el mismo lugar en dónde Mingyu se había detenido. Ese chico Yoongi, aún no despertaba, Lynna intentaba bajarle la fiebre colocándole paños fríos.

—soltó ella un bufido y presionó un poco el paño sobre la frente de su amigo. Se lo dejó allí y su mirada nuevamente se posó sobre nosotros. ——Ahora si, me dirán quiénes son ustedes y porqué estaban con Yoongi.

——Lyn, podríamos ser un poco más amables, ellos han ayudado a Yoongi, tú viste lo que pasó allá con los caminantes, si no fuera por ellos, él ahora no estaría aquí con nosotros.

——Son desconocidos para nosotros, Mingyu. —seria. ——Solo les estoy pidiendo algo simple. No creo que tengan ellos problema en decirnos su nombre, ¿o si?

Arqueó una de sus cejas. La verdad, ya me tenía fastidiada con su actitud de mierda.

——Por supuesto que no. —le respondió el que estaba a mi lado, quién la miraba igual de serio. ——Soy Jungkook y ella es Tn. ¿Quieres saber algo más?

——¿Por qué estaban con Yoongi?

——Lo encontramos en el almacén, ya estaba herido.

——¿Qué hay de Chaewon?

——No sé quién es.

——Imposible, ella estaba con él. ¿Y tú no vas a decir nada? —me miró. ——Pareces muda ahora.

Mi sangre comenzaba a hervir, pedía calma o se me explotaría un nervio en cualquier momento por culpa suya.

——¡Lynna! Ya te han dicho que no saben, déjalos en paz, esperaremos a que Min despierte y él nos dirá. Lo siento, ella está muy estresada, por favor no le haga caso, señorita Tn. Chaewon es la novia de Yoongi y también amiga suya.

——Dices... ¿qué su novia?

——Así es —dijo rápidamente. ——¿Pusiste verla en el almacén o si quiera él pudo decirte algo acerca de ella?

——Yo... lo siento mucho, pero ella... —me costaba tener que decirle aquello, el afecto que le tenían era evidente. ——Murió.

——¿Estás segura, James? —me susurró y asentí.

Escuché a Lynna reírse incrédula, como si no creyera aquello que dije. Se bajó de la furgoneta y se quedó parada allí afuera mirando hacia otro lado. Volvió su mirada hacia nosotros y como parecia tan ensañada conmigo, que mejor que agarrarselas contra mí.

——Tiene que ser una puta broma, Chaewon no puede estar muerta. Eres una maldita mentirosa y ahora mismo vas a decirme la verdad. —su rostro reflejaba molestia absoluta.

No estaba yo dispuesta a tolerarla más, ya me había hartado, nunca le hice nada como para tener que soportarle sus malos tratos. Ni siquiera con Jeon se había ensañando tanto como conmigo.

Me bajé de la furgoneta y me puse frente a ella.

——¿Qué problema tienes conmigo? Me he quedado callada todo el viaje porque quería conservar la calma y porque acabo de conocerte, pero ya me cansaste. Si quieres o no creer en lo que te dije, me da igual, pero no me vas a llamar a mí mentirosa. ¿Entendiste?

Survive || JjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora